Saturday, June 11, 2011

ANTOLOGÍA 1000 POEMAS A PABLO NERUDA





TORRENTE DE PALABRAS

A Pablo Neruda

“Soy Pablo Neruda, soy poeta”

conóceme, cultívame, percíbeme

en todos los rincones de mi comunicado;

descúbreme, y revélame

mientras me manifiesto rapsoda,

deslízate en mis horizontes y sígueme;

Soy tu aedo…

Haz de mi mar, parte de tus olas

te obsequio mis nubes y mi sol;

promesa en la luz, sombra y en la ofrenda oculta.

Trepa mis bateles mecidos por el mar,

rema en la placidez de la tarde;

contempla el cielo, se ha vuelto rojo

voy contigo en la palabra fulgor,

te regalo mi noche crepuscular, “Poema Quince”

“Poema 20”, o mi “Canción Desesperada”…

Déjate llevar por el murmullo del oleaje

escucha los aleteos de mis aves viajeras,

en picada se dejan caer en el anochecer

peces alimenticios para tu alma.

Soy donante de sutileza y lauro

regalo matices, verbo tonalidad

halago, elogio, agasajo con la palabra

mis musas las dejo en tu arriate.

Medita, examina, reflexiona;

mis flores, mis mariposas comparto en tus manos;

tus pies se fundan en el dulce bálsamo

mi naturaleza trovadora aletee en tu céfiro.

Alza la vista al cielo, como yo lo hice una vez

dibújate

un corazón luminoso en alturas

manto de paz te cubra,

voz cobijadora te arrulle,

bendito velamen encienda tu vida;

!no te canses, no te canses de mi conmemoración !

Mi dote, manual de ternura, mi apego herencia

mi tiempo oportuno;

sintonizado al tempo ulterior.

Mientras tanto déjame recordar

mis rondas en Parral,

los cánticos de la aldea

las luces en mi plaza,

en la fuente las palomas ansiosas

acunadas las sonrisas abiertas en los rostros de los abuelos.

Un organillero seduce y su música evoca

repica el tambor, en la gente hay embrollo,

el mono salta, el loro temperamental,

todos somos niños en una ronda

y la armonía y el amor florecen

el aire en liviandad oxigena a mi pueblo.

La vida de campo es un regalo

el corazón late …

la primavera llega polvorosa.

Perpetuo mi contento, júbilo, mi entusiasmo

lugar de aprendizaje

el verbo brilló en mis manos

ofrenda donde haya carencias

mi voz vaya en abundancia en alas de mariposa,

mensajera en pecho de paloma.

Mis palabras multiplicadas

en el reflejo del agua…

Mi voz legado polvo de estrellas

agasajos rayos de la luna,

dadivosas gotas de rocío,

regocijo esperanza,

y en la cresta de la ola

mi voz caudalosa,

comparto su astucia

con todo mi mundo arrabales

uvas jugosas

el vino, los mostos y las viñas de mi infancia.

Zarza, espinosa la rosa regalo

su perfume escondido

des polen, extracción, aroma

la rosa asombrada deshojada

asume su cautiverio;

su aroma en ansia y jadeo.

Mi verbo, cartas de amor,

riego del mundo

en coraje, en sabiduría,

manos en la rueda de la vida;

dominio de los hombres

despedazadas las tristezas y el dolor

purificado de pensamientos nocivos,

nace en la oración luz sanadora.

Paz mía sé amiga fiel del hombre,

surja inofensiva, amor desbordado

no más oscuridad, en el ser humano

se vuelva amigable su corazón

exorcizado de humildad.

signo exclamación, su compasión

dote de Dios infatigable.

Encontré amor, paz, dignidad

en la claridad, en oscuridad

en el miedo, angustia, desolación;

me contesté

hay ríos de razonamientos,

en la misericordia de todos

y en la ternura de los niños del mundo.

Caen al saco de lino, flores del mirto,

aromática dulzura del arrayán

perfecta paz, mi traje de niño

pueblo pacificador

en el camino ancho y angosto

en camino llano y montañoso.

Huele poesía.

¡Hay tanta poesía!

En el paso lento de un abuelo;

en el paso saltarín de un niño,

comparto respetuoso su sello.

Aunque el amor es injusto en soledad

es justo cuando se comparte;

la perfección es más grande que yo

me debo a sus más altos secretos,

alabanzas, dignidad es mi reto

no me escondo, porque destello

porque, vivo en llanura soleada

¡si todos vivieran bajo mi sol;

darían gracias a Dios!

Soy, fui y seré vida, balance, armonía

sin fatiga, ni decaimiento

compasivo conmigo mismo;

la vida camina en reverencia

yo hablo con el universo,

el universo escuchará siempre mi rezo.

Yo voy…

la montaña viene

fluye el poder auténtico,

me dejo acariciar por el viento

hay pasión y consentimiento,

mente, cuerpo y alma entrañables.

Recibo agua bautismal

cara al sol.

El mar siempre mi testigo.

Flores rojas escondidas,

flores azules sorprendidas,

aves sobrevolando la roca,

descanso en el eco de la noche,

pasos cortos inconmensurables;

fuerza divina entre la materia

alma en el cuerpo,

todo mi espíritu tallado en la roca.

Hay poder y efecto en el ruego.

El universo es mi fortaleza.

Mi vida genera nobleza

mi sueño en total sosiego,

más allá del mundo soñado,

hombres que nacieron como yo para poetar

los niños cantan,

los niños juegan ronda,

el mundo cobijado;

madre y padre

contemplen

abuelos dejando en ellos, su origen.

Soy escriba del hoy del ayer y el mañana,

alimento verdadero

escribiendo himnos al amor, en la luz.

Soy escriba en solitud

ayuno de ansias

valiente, dedicado poeta

embajador de mi tierra

y legado póstumo.

Bibliotecas del victorioso pueblo

para los hombres por el hombre

libros rescato del peligro

libro testigo voto por sí mismo

niños en un mundo verde

coloreando flores, aves y palomas

la madre naturaleza

en cascada de azul mar, azul tristeza

toda ella, vestida de cielo y praderas

Yo, pablo Neruda aplaudiendo…

Viñetas grabadas

quedan mis poemas.

Casa de Isla Negra,

La Chascona,

tallado mi espíritu,

mi voz tañida en bronce,

campanas vetusta plata, oro los peces

manos en la pluma de ganso,

mis versos badajo al viento

palabras luciérnagas, destello de la noche

velas encendidas,

a la mar mi pergamino.

Patricia Araya




RECUERDOS

Pablo vienes a mí, como siempre te he recordado

un hombre de voz reposada,

sentado en una silla blanca cerca del mar,

muchas veces leyendo un libro, o solamente escuchando el mar a tus antojos

Otras te recuerdo con tu gorra de lana de oveja,

abrigo de casimir, fumando pipa.

Te presentas como alguien poco conocido

sin embargo eres labriego constante de tus palabras mecidas por el mar-

Estas aquí, en tu casa, en la playa donde caminaste incansable,

donde curtiste tus palabras al viento,

donde tus odas siguen sempiternas,

en tu pueblo entre el monte y el mar.

Como no recordarte

solo puede haber un solo Neruda;

nos legaste tu curiosidad

y nos dejaste descritos tu animales humanos

fuiste talabartería planetaria

donde no descansó nunca tu numen creador.

Los supermercados persas fueron estadios de fantasías

todos las cosas especiales para ti, todo fue tacto,

sensibilidad inagotable,

te gustaba, todo y todas las texturas

maderas, metales, cristales, lanas, plumas de aves, piedras de nácar.

Te ibas infinito en las curvas de las cerámicas,

En las ruedas de una carreta, y las ondulaciones de los cerros

ibas aprendiendo siempre

caminante, voraz curiosidad describiendo tus experiencias.

“Buenos días soy Pablo Neruda, soy poeta¨”: decías.

Como olvidarte, si la resonancia de tu voz cae como plumillas de aves sobre el tiempo

Cabalgador galopante de tu poesía que no descansa.

Ahí en tus pasos lentos, se fueron haciendo camino tus versos

eres palabra melancolía, en estos instantes de evocación

un paisaje de tu abierta sonrisa

y nos regalaste tus viajes descritos:

te fuiste lejano,

solidario,

después de la hoguera de la guerra

tus palabras se hicieron voz de alerta y dolor

tus amigos fueron tu estandarte y la paz.

Tu poesía un tratado de la memoria y experiencia

un mármol tallado por tu pluma,

un palabra añosa en un árbol milenario,

un ave surcadora de los cielos

una reunión de protesta pacífica,

un dedo apuntando a otro

un cuadro de Siqueiros de colores, dolor amor, y pasión.

Te sigo como quien camina en una calle antigua

con edificios modernos en cada esquina,

pero con la nostalgia de un viajero que regresa a casa.

Toda tu poesía, un cuadro del mejor pintor de realidades

un graznido de un ave fénix,

un paisaje de atardecer en una playa muy tuya,

toda tu vida en el centro del mapamundi

y muchos niños haciendo ronda de Gabriela en torno a tu palabra hecha voz

Tu poesía viva como un árbol perenne,

Tu poesía en las cumbres de la Cordillera de los Andes dibujada eterna.

Patricia Araya




A Pablo Neruda

La vida te labró destino poesía,

desde entonces fuiste poeta.

Homero abrió las puertas;

los grandes te acogieron en su Olimpo.

Pescador de numen de los mares,

cosechero, juglar de las flores,

coleccionista de palabras venidas del viento,

glosador en tu cielo, el crepúsculo.

Aedo heredero del verbo y sus riquezas;

planta de los pies recogiendo enigma

arcano las musas se enredaron en tu fuego,

estro llevaste por el mundo, dolido y amado;

volviendo porque el mar te llamaba,

inquieto de espíritu, de imaginación vibrante ;

atisbador de todos los horizontes

confesador de tu vida vivida

Patricia Araya



POETA NAVEGANTE

Poeta navegante de la palabra

en cada puerto un verso

el horizonte mar azul de letras

barco silo con mascarones de verbo.

Poeta de la voz triste adormilada

poeta anclado y viajero

poeta adulador de mujeres en un verso

detrás de macaras, el tren de tu vida

Isla Negra al mundo se fue en tus letras

engalanada en la espuela de tu alma;

isla olor a sal y olas furiosas

arenas gruesa cobijadora de pasos lentos.

Campanas badajo tu nombre al viento

nace tu casa: angosta faja de piedras

espíritu miedoso y atraído por la mar

venero, humo, sombrero y manta.

Navegante sobre la tierra,

con juguetes grandes y pequeños

las horas de tu vida pasan…

mar de letras guardadas en botellas

marinero coleccionista de mariposas

tallada tu alma en mascaron de proa

caminante por el mundo consentido.

Tus poemas cimbrados por las olas,

reaparecidos tesoros guardados

confieso has legado greda escrita

el viento, mar y las aves son tus emisarios.

En el muro tallas de peces de colores

piedra, huesos y paisaje dormido

descrito en el aire

Tu nombre Pablo Neruda



REFLEXIÓN EN VIOLINES Y ARPAS

A PABLO NERUDA

Hoy enciendo cirios a tu recuerdo

vigilancia color estrellas encendidas

reflexión concierto de violines y arpas

acompañan estas memoria tuya.

Es que eres bosque verde riqueza,

sumergido en el cimbreante espejo del tiempo,

es que eres jardín de flores y hojas en loco cambio de estación,

y eres un árbol añoso, contemplativo

tronco erguido en arco abrazador.

Paisaje que se va distante y cercano,

lugar de puentes inconmensurables,

donde tu poesía es el rio va musical hacia el vasto mar

donde todo es riqueza y reverencia.

Allá en la cima de mi evocación;

escucho tu melodiosa voz

es el reflejo de tu poesía en el agua

se eleva marisma cercana al mar

todos los versos van cristalinos

en el eco de las aguas…

Todo se funde, flores, colinas, cielo y mar

tonos grises, rosas, amarillos, violetas y luz de sol;

prosa fluida deslizándose por la roca

constante, serena, diestra como tu calidez humana.

Siempre te recordaré entre el bosque y el mar

y serás una gota de agua transparente, sobre una hoja de parra verde

letra a letra aunando un mar de palabras,

ponto, piélago, océano

donde tu cariz se refleja constancia.

Y todas las montañas están detenidas a la espera

todas las reflexiones cuan aves sobre el agua

pergamino de tus flores amantes

bajo el hechizo de tus aguas

y es el sol el candelabro de tu imaginación inagotable.

Violines y arpas concierto en el aire.

Patricia Araya

Arte visual y poesía

Safe Creative

Código: 1104078925308

Alma fantasma

Antología mil poemas a Pablo Neruda


Tu alma fantasma fue bautizada por el océano pacifico, va sobre las más altas olas de este planeta, algunas de ellas, más de dos metros de altura y estás ahí, en el medio de tu gran océano, al timonel de tu barca hecha de espuma, te llevas todo lo que tus ojos abarcaron, aves, animales, cielo, nubes, arboles, flores, viento. Todo cuanto amaste va contigo, tu cama imponente en una pieza redonda, tus libros, y esa ventana de barco que traspasa la imaginación a volar como ave trashumante.
Pablo el que amo tanto su mar que dormía al compás del vaivén de las olas, y le gustaba arrullarse al armonioso sonido del rompiente chocando en las rocas. Él se fue yendo inmerso en sus aguas, enamorado de todo lo que en ese basto mundo forjaba, dentro sus fantasías.
Allá en ese espacio inconmensurable va Pablo, junto a él, la Medusa, el enorme mascarón de proa, tallado por el viento y la sal de los mares, ahí junto a él, María Celeste, con su sonrisa dulce e imperiosa belleza de niña, también lo acompaña su amada Matilde, y ambos siguen contemplando todos los mares a su haber, con infinita paciencia.
Ahora el tiempo va a babor y las ondinas susurran en sus oídos la más hermosas odas de amor, mientras las náyades surcan los ríos de metáforas, las sílfides se confabulan con el sol, la luna y las estrellas, guiados por el mapa terráqueo que da vueltas sin tiempo. Las dríades traen todos los verbos enraizados en a los bosques de la tierra, hasta el colinde de su piélago.
Toda su vida va descrita en esta Arca de Noé nerudiana, sus conchas marinas, sus barquitos dentro de botellas, el farol del puerto, y la gran torre que le lleva por esta acordonada escalera de caracol rumbo al cielo, su libro España en el corazón, toda su poesía va en esta casa flotante, sus diarios de la época, Premio Nobel incluido, enmarcado por un mural de Siqueiros.
Pablo, el caminante, el observador de su madre tierra, el que vivió fuera de su útero y quiso volverse a él, porque no podía vivir sin su estro creador, los años le ganaban la batalla y quiso volverse a las entrañas de aguas amnióticas, protectoras. Aunque aún siente va en destierro, esta vez va con intenciones de organizar la más grande tertulia jamás organizada, esta vez con paisajes náuticos y arrecifes de colores, con todos los grandes y pequeños cabrilleos como una gran fortaleza de esa casa boyante.
Toda la fauna marina en este reencuentro como testigos, una fiesta organizada con los más mínimos detalles, el unicornio del narval y los colmillos de elefante con escrituras antiguas, piedras de nácar, caballo de madera, campanas al viento. Este barco con brújula china y sistema planetario incluido, todo surcando el vasto imperio creativo del universo.
Por todos los mares van las botellas con la invitación dentro de ellas, escritos en poesía, prosa poética y cartas de buena aventura. La tertulia de Pablo se acerca, va preparándose con su traje de gala, va vestido con corbata roja, gorra verde oliva, se dirige a su gran estrado, y en la enorme terraza del Atlántico, se dibuja en su rostro una sonrisa de felicidad ineludible. Allá en el horizonte, muchas barcas a velas están asomando, con sus prismáticos lee en los lienzos blancos, nombres apenas perceptibles, pero ellos se quedaron incrustados como cruz de nacarón en su alma. Grita, ¡Federico García Lorca, a la vista! Le sigue Miguel Hernández, mi buen, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, y también diviso bajel de rosado carmesí, huéspedes con aroma a flores de antaño, vienen a mi potestad ánforas de mieles casi olvidadas, son cantaros de mis ternuras. ¿Dónde está mi pluma, Matilde? Hoy es el día del principio de los tiempos y tengo el numen del universo en el viento y puedo escribir los versos más alegres ésta noche, escribir por ejemplo la noche viene en galope rutilante…Pablo contempla con infinito amor a su musa amada Matilde y ésta le sonríe despreocupadamente…
Allá en el horizonte te diviso mujer de mis amores, dice Pablo:


“Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,

te pareces al mundo en tu actitud de entrega.

Mi cuerpo de labriego salvaje te socava

y hace saltar el hijo del fondo de la tierra”

Pablo Neruda

Prosa poética,


PATRICIA ARAYA
ALMA FANTASMA

Código: 1104078925308
Fecha 07-abr-2011 19:04 UTC

ARTE VISUAL
PATRICIA ARAYA

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN

Saturday, June 04, 2011

Estilo idílico huracán



Estilo idílico huracán

Sueño con Nieves Merino Guerra

03- 06- 2011

Yo iba por unos caminos de campo, el lugar era muy verde, colinas y lomas de inmensidad agotadora. Había manejado mucho, la distancia era extenuante, debía parar en algún lugar para descansar, quizás una hostería, una cabaña de esas que se encuentran en algún pueblito, para dar cobijo al caminante y de pronto diviso en el horizonte, algo así como un castillo inmenso, podría tener cuatrocientos años de antigüedad por su arquitectura.


Estaba agotada pero debía llegar a este lugar antes que la noche cayera, al entrar en su pórtico principal, pude pasar sin problemas, fue impactante ver que este Alcázar no tenía techumbre, pero aún quedaban travesaños de madera gruesa, que iban enramados por toda la superficie del lugar. Miraba al cielo y quedaba fascinada por la cantidad enorme de lámparas colgando, había bombillas chinas de muchos colores, también cristal chandeliers, candelabros de bronce, lámparas de aceite, al carburo y de colgajos de lágrimas de todas las formas inimaginables.


Quedaba extasiada contemplando la inmensidad misma de un universo desconocido. Mi vista se detiene en la lámpara más sencilla de todas, pero de ella emanaba una belleza especial. Podía leer unas letras pequeñitas que decía: “estilo idílico huracán”. Yo jamás había escuchado ese nombre antes, pero me detuve a observar su diseño. Tenía un aro de bronce, que iba en movimiento como el universo y de su eje central había una chimenea de cristal en forma semi pirámide. Estaba absorta en su diseño, cuando sutilmente comenzaba su fieltro a encenderse, su luz, que hacía que su moldeado brillara intensamente y emanaba un suave calor a todo mí alrededor. Este cristal cobijaba con su luz, a un pueblo en movimiento, personas iban, venían, entraban y salían, todos ellos artesanos, esculpidores, orfebres, tallaban hermosa tablillas con mensajes como los rayos dorados del sol.


Me dije a misma me iré a pesar que en este lugar hay miles de cosas por descubrir, pero no tengo las energías para continuar. Dios mío, indícame que debo hacer, estoy cansadísima, solo quisiera dormir.


No me daba cuenta estaba caminando lentamente y comenzaba a descubrir un lugar donde habían muchos muebles de diferentes lugares de mundo distintos estilos, ornamentación Rococó, otros de corte romántico, algunos con diseño Nouveau. Mucha madera pintada con la sutileza de la tinta china. Todo era maravilloso pero estaba rendida y dentro de todos los muebles estaba esta cama Victoriana enorme, su esplendor me llamaba a descansar.


Decidí recostarme en ella, me decía a mí misma esto es una locura, es mi primera vez voy a dormir a la intemperie, pero me conformaba, el clima era cálido, aquí podría contemplar las estrellas hasta que me durmiera, cerraba mis ojos…


Estaba en esta cama maravillosa, pero no podía dormir. Estaba a punto de poner me a llorar, cuando a los lejos escuchaba una voz lejana. Me levanto y me dirijo hasta dónde provenía la voz. Mi gran sorpresa, fue descubrir era Nieves, mi mejor amiga, mi hermana, y me di cuenta ella estaba todo el tiempo ahí en la lámpara aquella llamada estilo idílico huracán, ella tenía un gran mensaje que darme, me abrazaba, y me decía: Todo lo que necesitamos mosquetera de la paz, es que encendamos nuevamente el cirial y entre tu yo podemos atizar una chispa nunca antes vista.


Ambas caímos arrodilladas, Nieves hablaba y decía: ésta es la luz que todos necesitamos para seguir el camino. Yo tomo el candelero con ambas manos y Nieves, pone sus manos sobre las mías. Ambas cerramos los ojos, murmuramos un rezo sagrado, y cuando abrimos los ojos nuevamente, la llama estaba encendida.


Patricia Araya

Wednesday, May 25, 2011

Sunday, May 15, 2011

EL POETA POBRE






El poeta pobre


Todo sucedió de a poco

dolía la espalda, la cintura,

piernas y manos dormidas,

pero el alma volaba loca.


La escritura era joven ternura

iba creando su propio cuerpo,

rostro lozano, bellas metáforas,

Avasallador designio golpeaba la puerta.


Primero vino la poesía amorosa,

el paraíso perdido después,

canción y clamor

entre rima y miselania se fue en olvido


El poeta sin cuerpo

arrumbado en su poltrona

lentes en sus ojos, barba cana

en su boca pluma de ganso.


El tintero vacio, los ojos idos

el paraguas abierto;

está con sus mejores amigos,

los viejos libros…


El tiempo paralizado.

la botella de agua vacía,

el lavamanos reseco,

el viejo mantel sin uso.


El sombrero de tongo inmóvil.

ya no queda fuego en el hornillo

los diarios muestran otra época.


El pobre poeta cuenta

en sus dedos cuanto más…

Yo me iré dice:

Y quedaran las aves cantando.


No debo morir todavía,

mis eternidades me llaman

mis recuerdos también

deseo volver a mis almas violetas

cuando yo fui piedra y sol.


Sigo ave migratoria

gregario me debo a mis poemas;

a mis laberintos nadie conoce

me abandono en la belleza.


Desde lejos la muerte me saluda

mi oscuridad es otro sol,

soy la noche a la deriva

sin hambre, ni sed.


Soy relámpago invisible,

donde mi jardines se iluminan;

mis hijos quedan resplandecientes;

yo seguiré en este dulce mundo.

Hasta que mi huerto se vuelva sal.


Patricia Araya

05-11-2010

DISEÑO VITAL




Diseño vital



Creación de los tiempos

sumergida en el agua que no moja,

sino precursora de vida

espejo de su propia sombra

en esta quietud baustimal,

todo vibra naturaleza,

soledad sin muros

voces sin voz,

la sonrisa de la existencia

latido latente de evocación

brazos y piernas del misterio

el viento entra jugando con el agua

piedra sumergida canta

peces de colores soban

danza de vida responde el llamado

bajo la dulzura de la sombra

nave alada de los tiempos,

cuello negro el cisne,

todo esta abrazado al cielo claro

el árbol canta su propia música,

la escena reúne el enigma;

esencia de la mano de Dios

resucitada en la fuente,

el prisma del espíritu resonante

la armonía va vestida de sol.



Patricia Araya

Wednesday, May 11, 2011

Soy mujer tallada en movimiento y en quietud.


Soy mujer tallada en movimiento y en quietud.

Soy mujer en figura de mármol
mutadas mis manos por el dolor,
mi piel curtida por la violencia
cuerpo femenino con forma cóncavas.

Huesos en degradación,
transformados, erosionados,
arte moribundo, que desaparece y no perdura.

Dinamismo cuerpo descendiendo,
forma fluida de grandes huecos
abstracta el alma y la imaginación:
renunciando al espacio de mi verdad.

Ilusiono,
metamorfoseo, mi propia creación,
tallando mi espíritu con materiales olvidados.

Fuente de inspiración cúpula perforada,
concebida austera y transparente
ascendente hacia los cielos del porvenir;
personalidad natural
anecdótica, decorativa,
quinta esenciada.

Humanidad sólida y maciza
movimiento impredecible,
matices expresivos,
monástica escogida,
pies terracota tatuados,
policromía real.

Soy mujer tallada en movimiento y en quietud

Patricia Araya








PLATO DE PAPEL






Plato de Papel



Plato de papel, encima de la mesa, rostro reminiscencia del sol que se quedó impregnado en tu carne. Tú circunferencia se curva hacia el centro para crear una danza de ribeteados festones que se alargan hacia el abismo, lugar donde caen todos los deshechos en un cementerio de lágrimas. La mirada quieta entre la luz de ayer y la oscuridad irreparable.



Ahora tu cuerpo se compone de pasta vegetal, masa comprimida, hacia otra redondez, más plana y angosta, que choca con una línea marcada, creada por el molde de mi imaginación, donde contengo mis nutrientes para el alma.



En tu blanqueado rostro hay dibujado un círculo banal, que se destaca en el contraste de la luz que una vez fue vida y movimiento. Mis ojos recorren, una y otra vez tus límites circunferenciales, en una hipnotizada aventura que masajea los abismos de la mirada. Si descubro el niño en mí, dibujado va el perfil de la luna que me sonríe cómo mi madre.



Eres piel suave, heredada de una rústica, que trasmutó de un ser vivo a uno inanimado; de verde natural a blanco desquiciado, quizás quedándose así por todo el desmoche, que debiste ser testigo, destinte en una evocación vigorosa.



Tu rostro interior es un molde de galleta sin sabor a nada; oh quizás, un disco volador que llego desde el espacio hasta este confín de idioteces humanas de incultura. Eres bosque de diamante que ya no brilla con su luz propia.



Estas ahí, buscando, te diseñe ideas nuevas como complacerme, te doy el uso necesario, cuando en días, en que mi padre sol, pasa frente a mi ventana; contigo abanico estas desventuradas palabras y cuando te agito, eres nuevamente rama de árbol añoso, tu voz triste es el sonido de un tren despidiéndose de la vida.



Eres la simpleza misma, exánime, conservando el movimiento en tu ADN, me regalas frescor en el rostro y amenizas mis oídos con música que le has robado al viento.



Aún te queda un largo camino por recorrer: ir al vertedero donde té iras mezclándote en una fusión de recicladas esperanzas, y energías del amor; sangre reciclada, recorriendo el camino de regreso a las raíces de tú mismo padre.



Patricia Araya

Tuesday, April 26, 2011

ESPEJISMO

GRABADO WEB




Espejismo

El caminaba solo por tierras desconocidas, una explanada que hacía a las personas verse pequeñitas al otro extremo del lugar. A medida que llegaba al final de la plaza, veía a su lado a una mujer rondando, también caminando sola. Ambos se detenían a contemplar el paisaje desde allí, uno al lado del otro. De pronto se vieron conversando de cosas triviales, y volvían de regreso sin mediar palabras.

Al día siguiente nuevamente se encontraron ambos en el mismo lugar.


Después de verse muchas veces, pareció se habían acostumbrado y conversaban como buenos amigos. Un día ella lo invitó a su casa. Él acepta con temor su compañía. Después de cenar, ella lo llevó a descansar a su habitación; se recostaron en la misma cama. Ella comenzó con su mano a rozar su rostro sutilmente, luego el cuello, bajando por el pecho, y así llegando hasta sus muslos. El quedó inmóvil, parecía una estatua, de pronto, ella pone directamente su mano en sus genitales. Por otro lado él no respira, pasan unos segundo interminables. Ella se levanta de la cama como si nada hubiera pasado. Él se queda ahí, pensando: "mañana le daré razones de mi comportamiento, por lo pronto, no le diré que estoy enfermo, le haré saber que tengo una condición especial".


Cada día, ella se nota más alejada, pone menos interés en la relación. Él por otro lado ha comenzó a observarla físicamente con más detalles, la encuentra una mujer baja de estatura, además su nariz, es poco femenina, en su pelo falta el brillo, está pasada de peso; se dice así mismo: "ella es poco atractiva, no me gusta para nada".


Un día, él va pensando que ya no quiere encontrase más con esta mujer; él no se atreve; no sabe si comunicarle o no su decisión. En eso está cavilando, cuando desde el fondo del lugar viene una mujer corriendo con los brazos abiertos, su fluidez es armoniosa, ella es una mujer muy hermosa, vestida enteramente de blanco. Al pasar enfrente de ellos, notan que desde sus brazos y espaldas salen hilos transparentes y al seguir los hilos muchos metros más atrás, lo que parece una sombrilla grande se viene inflando con el viento. Los dos, contemplando la escena, ensimismados, ven como la mujer se eleva hacia lo alto, donde ya sus ojos no les alcanzan.


Él queda en contemplación, y lo único que quiere es regresar todos los días al mismo lugar, ésta vez para ver si vuelve a ver a la mujer del paracaídas. La escena se repite incontables veces, mientras tanto, la otra mujer ha desaparecido en el umbral de su tristeza.

Patricia Araya


Thursday, April 14, 2011

LIBERA TU SER


Pintura: Cristina Alejos Cañada


Libera tu ser

Libera tu ser. Todos podemos nadar en un mundo maravilloso de posibilidades. Irnos al fondo de nuestro yo interior, como un pez bajo el agua y ver la luz del sol desde otra dimensión. Estar y conocer ambos extremos del arco iris. Ser estrella de mar con sus cinco sentidos y en el centro, un corazón que late armonioso con la naturaleza.

Tomar todas las experiencias de la vida y quedarnos incrédulos de tanta bondad, podríamos desarrollar al unísono. No dejarnos ahuyentar por las tormentas de la antipatía, odio y violencia, sino devolvernos por ese sendero único, nos provoca dejemos los pensamientos amables nunca se derritan y dejar el paisaje inalterado para siempre.

Buscar el cobijo más placentero, un pez puede encontrar en un coral, casa que cumple la tarea de proteger y un espacio acogedor donde dormir. Encontrar el silo donde guarecer nuestra hambre y dejar las astas al viento, ella sea la caricia en el rostro, como madre al recién nacido.

Todo hombre tiene la alternativa de ir por su camino, elegir ver flores, en vez de maleza, pasar por la misma calle, la misma vereda, ver la misma casa, la suya y la del vecino. Sentirse cobijado por su entorno. Estar allí en ese vecindario amable o ruidoso, o irse a otro lejano, subir las cumbres de las montañas y desde allí divisar como el hombre común se desenvuelve, también desde esa quietud aprender las memorias de la bienaventuranza.

Todo en el hombre es estar en el lado pesimista de la existencia, alzar sus manos con vehemencia, usar su boca para herir y hablar demasiado, usar la mirada salvaje para causar temor, ¿con qué fin?, si a pesar que el tigre fue siempre tildado de fiero, con sus cachorros es todo dulzura, aunque esté bajo un paisaje gris amenazante, él sabe existe el puente, sigue oxigenando sus pulmones y huele la figura del horizonte, donde puede buscar refugio.

No olvidemos después de cada noche, la luz aparece entre los bosques, y la sombra comienza a dispersarse por todos los costados del espectro. Aunque estemos tristes hay flores en la orilla del camino esperando derramar su perfume. Abramos nuestras conciencias, por ahí ha de estar, la mirada curiosa de un cervatillo que se alimenta de su madre tierra, pero estamos tan invadidos por nuestros propios pensamientos negativos, que no miramos, sino caminamos ciegos de sensaciones. Poned oídos cuando cae una piedra en el agua, así nosotros estamos abarcados por la resonancia interior, sintonicémonos con su reverberancia

Todos los hombres podemos ponernos de pie y dimensionar el paisaje, darnos a esa tarea de protegernos de nosotros mismos, pero también tenemos el abanico de posibilidades de proteger a los que nos aman y a los que la vida no les ha dado la ocasión de conocernos.

No olvidemos aun, en una noche oscura hay luna, y ella nos alumbra aunque haya espesas nubes sobre nuestras cabezas.

Todo está dentro del hombre, la libertad de batir sus alas, la generosidad en sus manos como cascada de agua cayendo genuina, la cerca nosotros mismos nos construimos en el paisaje de la vida. Descubramos nuevamente la mirada tierna que aprendimos de nuestra madre. La tersura que hemos sido diseñados para comunicar nuestros sentimientos. Hay una flor roja, y vibrante dentro de todos nosotros. La luz que llevamos en nuestros corazones puede iluminar una ciudad entera si la dejáramos entrar y lucirse con ella.

Parece ser, aún estamos en un paisaje agreste, pero no menos bello, cañón profundo de los tiempos, con un rio llamado vida, que va dejando huellas al paso del tiempo. Nosotros decidimos si somos estela de plenitud existencial o dejamos se nos solidifique en el corazón y en la mente, la infelicidad.


Tenemos las llaves de evolucionar, ir hacia el basto universo interior y elegir quedarnos con las caricias de nuestra madre, con el instinto protector, con la curiosidad de entender al otro, por muy diferente que sea. Somos don de fortaleza amurallada, somos hoja en la rama movida por el viento, somos seres pequeñitos en la grandiosidad del universo, somos un bote movido por las aguas, pero mucho antes, fuimos árbol de raíces profundas, salvia sanadora, corteza indestructible, hemos viajado desde la oscuridad primordial, y nos ha dejado caer sobre el eje de nuestros pasos, con todos los dones y desdones de la materia para ejercitar la virtud.

Dejémonos deslizar como gotas de rocío sobre un tulipán, como bruma sobre las montañas, pero siempre regresemos a la flor madre, abierta, cara al sol, deslumbrándonos con su miel y encontremos todas las riquezas están por doquier, si solo observáramos con ahínco, el alimento del alma nos espera con ansias imperecederas.

Vive la vida experimentando, pero sin dañar tu espacio donde habitas, ni obrar en contra del prójimo. Tú decides si quieres vivir ante la adversidad y el dolor o defender el auto dominio, la serenidad, y recoger la felicidad virtuosa. La vida es potestativa a raudales, elévate por sobre todas las preocupaciones del hombre. Libera tu ser hacia la madre sabiduría y será una trasferencia de amor contagioso

Patricia Araya
Texto relacionado con la pintura humanidad
Pintora
No participa del concurso por ser la administradora de Red Escritores Coquimbo.
Conmemoración segundo aniversario REC 19 de junio 2011.

Monday, April 11, 2011

Caligrafía sagrada




Caligrafía sagrada

Llegará el día en que no podre escribir, y la tinta se volverá mi decisivo aliento, dejando grabado el último mensaje de amor. En ese momento, recordaré cuando niña vi por primera vez escrita mis primeras letras, la felicidad que sentía dentro de mi armonioso corazón, que latía acelerado de la impresión.

Recuerdo mis primeras letras fueron líneas, todas iguales llamadas “palotes”, las hacia horizontales y verticales, pero para mí era una gran manta blanca con códigos que yo tenía la tarea de vestir para poder descifrar.

Mis padres y mis profesores, parecían ajenos a mi felicidad, siempre contemplándome desde lejos. Yo escuchando el murmullo de voces lejanas.

Yo era una niña, pero contemplaba a mi hermana mayor, a través de la ventana. Ella era muy hermosa y parecía estar enamorada, con su mirada en el horizonte. La comparaba con la flor de loto, en el jardín del patio posterior.

Había un árbol en el jardín, yo trepaba su tronco, sentía él me hablaba, era la voz ansiada de mi padre y desde ahí, venían las aves a revolotear, cerca mío, ellos no temían, parecían entender que yo era uno más en la rama y entre sus cantos, ellos callaban para escuchar mis pensamientos.

Eran las flores mis mayores competidoras, todas ellas vestidas de suaves pétalos, y colorida tersura, parecían que ellas escribían todos los mensajes y cartas de amor yo venía a este mundo a escribir.

Mis letras fueron creciendo y se fueron trepando por los bambúes, que se dejaban dibujar por la tinta china. Mi caligrafía, iba guerrera ganando dominio. El tintero pronto quedaba vacío, no porque se derramara, sino porque mis aves salían a volar y recuerdo venían mariposas a buscarme para llevarme a los arboles de cerezos en flor y fue allí contemplando tanta belleza, mis letras se volvieron caballos desbocados, y peces luminosos en el mar.

Mis letras se fueron vistiendo de seda, aves Tucán, flores transparentes, plumas pavo real. Fue todo un tiempo de amor, paz, armonía, reflexión, y fueron los saltamontes los que siempre me sobresaltaron, volvían a la rama de mi vida, y fueron esas flores colgajos azules y rojas del jardín, enraizadas en mi memoria que volvían al tiempo del comienzo. Hasta que todo comenzará a volverse color tinta china y mi pluma se quedará a dormir junto a mi pecho, y en el aire que inspiraré y exhalaré irán naciendo palomas blancas que se las llevará el viento.
Patricia Araya
11-04 -2011




LUZ DE LUNA






LUZ DE LUNA
FOTOGRAFÍA JPELLICER HISTORIAS EN DIAS INVENTADOS

“La que oye los lamentos del mundo”
Estoy al otro lado de espectro. Estoy contemplando el bit del tiempo y aunque veo la ciudad vacía alguien todopoderoso me ha nombrado “La que oye los lamentos del mundo”
Siento que me nacen alas desde mi figura alba, y mi tarea es atravesar los murallones del odio, y entrar por ventanales terrenales, donde tengo que disuadir a los hombres de usar todos los artificios bélicos, ha venido fabricando hasta hoy.
Mientras mi memoria inmortal, ha decidido no llegar hasta estos parajes mundanos, se ha quedado en misericordia, haciendo votos hasta que todos los seres vivientes reviertan su egolatría, y hayan completado el ciclo de la iluminación.
Aunque soy luz primordial, escucho vienen a mí, hordas de seres olvidados, en escollos, seres que están atemorizados por las subidas de las aguas, las sacudidas de la corteza de la Tierra, pero son esas asonadas están apareciendo en todos los rincones de la tierra, y son esas armas luminosas que no se detienen de surcar los cielos, y el miedo, el llanto, se acrecientan y no puedo más que despertar y abrazar mi nuevo don de amar.
Yo escucho las peticiones y no puedo menos responder en misericordia
Estoy ahora vestida de madre bondadosa, y uso mis velos sagrados para la sanación y dono todo mi huerto solar, escuchando al pueblo, todos en inspiración sagrada, se han unido al voto de redención, y el nuevo hombre comienza a dar sus primeros pasos aprendiendo sobre el amor fraternal. Todo el pueblo en un ensordecedor rezo silencioso, parecieran están en trance, mientras mi luz invisible todo lo abarca, todo lo traspasa.


Patricia Araya

EL VACÍO





El vacío

La pincelada, el trazo del papel vacío, donde el universo no circula ni se detiene. Estoy en un acto de caos armonioso, donde busco delinearte un cuadro desde lo blanco, hasta la colorida composición. Quisiera dejarte un poema estampado de amor, donde pueda comenzar a describirte que te percibo venido desde más allá del horizonte y el tiempo.

Quiero explicarte amorosamente que eres ave especial, dejo descrito este mensaje, y que sea eco hasta llegue a tus pies benditos.

Te hago cuerpo con mis palabras, figura léxica, aunque no puedo describir el paisaje madre te tiene abrazado, marco tu presencia dentro de este cielo azul y tu figura en la tierra que no habito, pero percibo en la dimensión simbólica

Mi deseo no se agota, porque estrecho todas las distancias con mis palabras, y te aprieto junto al cielo, si puedo contemplar y te dejo hecho luz de luna donde me abarques y me traspases.

Te llevo en un ir y venir, en el fin que nunca encontraré, porque mis emociones más íntimas limitan en tu amado interior.

Aunque te deseo perpetuo y sin movimiento, vienes siempre en resonancia, cantando las vibraciones de la vida eterna. Te trasformo en mi cielo, mi sol, luna y en el eje de la tierra, donde mis pasos se adhieren a la pincelada de esta hoja en blanco que ahora está pintada en caligrafía trascendente viajera y viviente en tu mirada.

Patricia Araya

11-04-2011

PALABRAS SALPICADAS DE SILENCIO




PALABRAS SALPICADAS DE SILENCIO

Últimamente comprendí que me debo a mi tranquilidad, día a día, invento, busco la atmósfera perfecta, donde pueda posarme como un ave en la rama de un árbol, y descansar allí, en ese espacio de libertad, ver como el ave de mis sueños pasa raudo sin verme. Yo en contemplación de las flores que han crecido apoyadas en una roca, que trata de elevarse al cielo en su grandioso intento de estar sujeta a la tierra y al aire. Las flores buscando su calor y su refugio. Yo ahí en ese ensueño oculto, te beso y te contemplo como si estuvieras presente, converso contigo hasta el anochecer, donde prendemos la lámpara del recuerdo, nos asimos de las manos y repentinamente, las campanas suenan en la iglesia del pueblo avisando la noche cae y la tranquilidad me da el beso de buenas noches…y me duermo feliz porque estarás en mis sueños.

Patricia Araya

Friday, April 08, 2011

LA MADRE DE TODAS LAS MADRES


La madre de todas las madres.


El amor de una madre se mide como demuestra su preocupación por sus hijos. He aquí nuestra madre Tierra, que nos arrulla incondicionalmente, donando toda su potestad a sus criaturas y cuando la necesitamos, sólo llamamos, pataleamos, lloramos, reímos y hacemos notar toda nuestra jactancia de hijos, cuantas veces sea necesario y es ella silenciosa quien nos acuna en la tibieza de su seno, respondiendo como leona, acicalando con toda su sensibilidad a su recién nacido.



Estamos en una gran reserva de ternura, un silo de provisiones a granel, refugio hogar bondadoso, cuando es hora del baño por ejemplo, el agua recorre y atavía nuestros cuerpos, sentimos tenemos la sensibilidad de una madre ciervo, cuando besa a su cría. Entrecerramos los ojos entregándonos a su don primordial y nos nace espontáneo tararear un aria sencilla pero melodiosa.



Cuando nos arremeten lluvias torrenciales, nos parece ella, se vuelve un águila desafiante e intimidadora, pero no menos preocupada, cuando a través de las horas, recolecta en embalses de cariños gota a gota el agua encausará por ríos irrigando mies, que saciará nuestra hambre. Todos nosotros en el gran nido de esta soberbia ave, todos sus hijitos hambrientos, esperando, piando, abriendo el ancho pico para recibir su ofrenda dadivosa.


Y nos regocijamos en verano cuando vamos a un lago o laguna y buceamos bajo el agua, es tal la alegría pareciera estamos protegidos como una pequeña lechuza se refugia debajo la suavidad del plumaje de su madre y salimos asustados de los embates del agua para luego volver al nido protector.



Y como no deleitarnos después de una lluvia tropical, cuando sale un arcoíris y captamos esa imagen en asombro, es como subirnos sobre el lomo de una madre somormujo y como tímidos polluelos sin saber que hacer, miramos ensimismado a nuestro alrededor en un trance de seguridad infinita.


Y cuando en un desierto estamos perdidos y encontramos un oasis, vemos como ella, es un ángel caído del cielo, nuestra salvación, nos sacia, nos alimenta, luego nos sentimos cobijamos con visible satisfacción, como una cría indefensa en los brazos de una gran madre orangután que nos cuida y nos regalonea con infinita benevolencia.


Y como no observar, sentir el goteo viene desde lo alto de la copas de los árboles caer lentamente al suelo, usando este precioso regadío y ahí nuestra mirada se alarga como cuello de jirafa que todo lo alcanza y allá arriba en lo alto, encontramos las hojas más tiernas, y verdes y nosotros como ella, esperamos ansiosos el dulce fruto de la madre naturaleza.



Y como no escalar los hielos eternos y sentirnos como un osezno trepa las aterciopeladas cumbres de su madre osa polar.

Y como no recordar los juegos de niños en los días después de las tormentas de nieve y pasearse por la suavidad blanca; luego cara, y manos frisadas, nos parecemos a los monos de nieve japonés, todo el hielo en nuestros ojitos congelados, buscando el cálido abrazo de su madre macaco, para resguardarnos en su cálido abrigo.



Y como no admirarnos cuando debajo del océano madre, otra parida alumbra a un delfín bebé y anonadarnos hasta las lágrimas, cuando hembra y cría nadan en el plasma de la vida.



Así vamos caminando por la pradera, pisando la tierra húmeda, donde va creciendo la buena y la mala hierba, se va esparciendo la semilla, va creciendo la armonía del hombre, entre grandes patas de hembras elefantes, cuidando a su cría, todas haciendo ruedo al nuevo miembro de la familia. Toda la reverencia en sus rostros sonrientes y no es menor su alegría, pues nuestra Gea va vestida de ilustre linaje, vamos honrados todos por ella, hombres, criaturas, y reino vegetal, todos dignos, título en mano nos dio por herencia, nuestra otra madre, la vida.


Todos guiados por todas nuestras madres, en protección, viajeros en el cascaron del planeta Tierra, giganta alrededor del sol, refugiados por todos los costados, protegidos por muchas madres a nuestro haber, pero una sola, la más importante, la que nos sostiene desde nuestros primeros pasos hasta el fin, aquella que se refleja en una gota de agua, como la única que se ve a gran distancia, vestida de lapislázuli, de cabellera hechas de frondosa selvas, y voluptuosos senos, amparo hechos de perla nácar.



Y como pensar se extinguirá el agua si tenemos ese ancho océano, que nos cubre con su majestuoso torso de fornidos omóplatos, dios Atlas, hijo de Gea, sujetando todas la vida que baila al son de algas marinas, sobre sus hombros, musas bailarinas vestidas de coloridos arrecifes, y sangre salina. Todos en goce de la manzana de oro sacada de sus aguas, y hurgamos dentro y fuera de sus entrañas, fortaleza amurallada, como si fuéramos cachorros de leopardo debajo de este gran ser, como quien está posando para una portada para el National Geographic. El fotógrafo viajero de la galaxia, venido de la inmensa oscuridad que entra a un espacio de luz verde y parajes azul entretelón.



En el patio llamado universo cae sobre nosotros, todo el cariño de mamá creación, cachorritos milagrosos, desvalidos, pero aprendiendo a sacar las garras para cuando nos llegue el turno de cuidar a nuestra madre Gea, cuando este viejita y desvalida. De momentos solo sabemos, llorar, patalear; sentirnos el centro del universo, nuestra madre respondiendo con infinito amor, nos ofrenda su oro blanco desde el primer respiro y su alimento gotea, gotea y no deja de gotear...


Patricia Araya



ANTOLOGÍA DE LA IMAGEN Nº 2
SOCIEDAD VENEZOLANA DE LAS ARTES


http://sociedadvenezolana.ning.com/group/antologadelaimagenn2/forum/topics/la-madre-de-todas-las-madres?xg_source=activity

LOS DIEZ SOLES


LOS DIEZ SOLES

FOTOGRAFÍA JPELLICER

El mar se convierte en árbol majestuoso, cada vez que aparecen los diez soles, cada cual de distinta magnitud, capacidad y diversos colores reflejándose en los espejos de sus aguas. Cada sol siendo parte de este cuerpo vibrante, formando estela de manjares, néctar, ambrosía de los dioses.

Cada sol, es so si, traía la tarea de proteger la vida de este frondoso mar. Un sol era quien bajaba hasta las raíces, produciendo arrecifes multicolores y alimento para las vidas inferiores. Otro subía hasta los cielos produciendo nubes, lluvia para fortalecer los manglares. Otro sol dedicado solamente a proteger y a fertilizar las aguas donde vivían en un sueño inmortal, flores de loto.

Los restantes soles solo venían a divertirse, hacer locuras insospechadas o, simplemente a dormir.

Uno de los soles un día volvió y quiso quedarse para siempre sobre las olas de mar. Quería demostrar que traía sabiduría y el benévolo poder de fertilizar la tierra. Para ello se ramifico en este árbol, y comenzaron a nacer pequeños destellos de luces, que se fueron haciendo fulgurantes, originando ríos, vertientes, lagunas y cascadas.

Este sol sabio concentró todo su resplandor en el hombre y lo dejo en la cima de la montaña más alta y desde ahí, habría de contemplar los amaneceres y los atardeceres. El hombre se alimentaría de este fulgor mana, pócima de vinos exquisitos, y seria completamente feliz y agradecido de su padre proveedor.

Dícese la historia que las flores de loto eran deidades vírgenes que subían hasta la montaña para acompañar a los hombres en este festín y juntos nacían, y morían contemplando el atardecer quedándose todas ellas, hasta el amanecer, para luego desaparecer invisibles cada mañana dentro los diez soles y dejar descansar a ese mar dentro del corazón del gran árbol.


Patricia Araya


Texto basado en la fotografía de J PELLICER AL ABORDAJE DE LAS LETRAS


Thursday, April 07, 2011

TAJ MAHAL





Taj Mahal

Reina vital

Prosa poética para Antología Unión Hispanoamericana de escritores.

21- 02- 2011

Has llamado la atención de tu rey dormido, con tu voz armoniosa, estás emanando desde un lugar sagrado, tras un velo transparente, naces a la vida y vienes bajando las escaleras de tu propia montaña, bailarina generosa vas dando vueltas y vueltas en círculos, lugar diseñando especialmente para ti de piedras de jade, rubíes y esmeraldas, para ser pisados por tus adorables pies benditos. Y tu rey se va levantando lentamente de su pesadilla y te contempla extasiado…

Toda tu figura bañada por la luna, y resplandecida por piedras preciosas vas regando a tu paso. Todo tú cuerpo danzando en plenitud, tus espaldas doblegadas al ritmo de cascadas, sones de cítaras, flautas, laudes y, tambores; voces roncas de hombres que te acompañan en tu camino; y el eco de tu ondina voz es escuchada con atención por el rey quien tiembla, su corazón late, casi se escapa del pecho, y en sus fantasías, sueña bañarse en tus aguas, beberte, saciar su sed de hombre rey, por toda una eternidad.

Tú seno altivo convertido en mares, tú vientre en océanos, tus piernas y brazos en ríos y lagos, y vas besando los pies, de tus amados súbditos. Cuando las demás concubinas te celan, te vuelves hielo eterno, y cuando duermes demasiado, el sol entibia tú delicada piel, te viste de suaves lienzos y viajas etérea vestida de linos grises, a veces de sedas negras, viajera a los más lejanos parajes, donde ha pasado el tiempo y el desierto te llama con voces de ultratumba, y riegas abnegada las arena calientes. Y en una noche de tormenta, la vida quieta de vuelve germinadora y en pocas horas, las flores nacen y el páramo se vuelve vergel dorado, rosa, anaranjado; pétalos bermejos se ven a gran distancia y el sol alumbra toda tu potestad.

No debemos olvidar cuando bajas rauda la montaña y los pasos largos de tu baile te hacen jadear, muchas veces tambalear, porque te han hecho de tus edenes, un espeso lodo y tu voz grita: ¡No más!, y desesperada nos regañas, nos enseñas y dices: “Recuerden soy la vida que entra en su templo y restablece los tonos de su piel y cabellos y le da energía a sus corazones”. “Escuchadme, debo ser restablecida en el amor eterno fui creada. Yo quiero pensar, mi rey ha escuchado mi lamento…”
Es por eso eres la preferida del rey, porque eres sabia, amorosa, casi divina.

Él te ha construido un sitial para recordar tu vitalidad, germinadora de vida y estás ahora dentro del amurallado castillo, Taj Mahal, de muros color lapislázuli, donde puedas deslizarte reina en el espacio sideral, viva después de la muerte, ser honorada, respetada. Él con cuidadoso esmero cuida de tu constante danza, de tú brillo lumínico, de tú mirada cristalina y te sigue contemplando extasiado como te reflejas en el espejo de los cielos y cae tu resonancia a sus pies descalzos, y te ama, ¡no sabes cuánto! , hasta las últimas gotas del océano, sean alzadas por el viento.



Patricia Araya

Monday, April 04, 2011

ALMA FANTASMA





Alma fantasma
Antología mil poemas a Pablo Neruda
Tu alma fantasma bautizada por el océano pacifico, va sobre las más altas olas de este planeta, algunas de ellas, más de dos metros de altura y estás ahí, en el medio de tu gran océano, al timonel de tu barca hecha de espuma, te llevas todo lo que tus ojos abarcaron, aves, animales, cielo, nubes, arboles, flores, viento. Todo cuanto amaste va contigo, tu cama imponente en una pieza redonda, tus libros, y esa ventana de barco que traspasa la imaginación a volar como ave trashumante.
Pablo el que amo tanto su mar que dormía al compás del vaivén de las olas, y le gustaba arrullarse al armonioso sonido del rompiente chocando en las rocas. Él se fue yendo inmerso en sus aguas, enamorado de todo lo que en ese basto mundo forjaba, dentro sus fantasías.
Allá en ese espacio inconmensurable va Pablo, junto a él, la Medusa, el enorme mascarón de proa, tallado por el viento y la sal de los mares, ahí junto a él, María Celeste, con su sonrisa dulce e imperiosa belleza de niña, también lo acompaña su amada Matilde, y ambos siguen contemplando todos los mares a su haber, con infinita paciencia.
Ahora el tiempo va a babor y las ondinas susurran en sus oídos la más hermosas odas de amor, mientras las náyades surcan los ríos de metáforas, las sílfides se confabulan con el sol, la luna y las estrellas, guiados por el mapa terráqueo que da vueltas sin tiempo. Las dríades traen todos los verbos enraizados en a los bosques de la tierra, hasta el colinde de su piélago.
Toda su vida va descrita en esta Arca de Noé nerudiana, sus conchas marinas, sus barquitos dentro de botellas, el farol del puerto, y la gran torre que le lleva por esta acordonada escalera de caracol rumbo al cielo, su libro España en el corazón, toda su poesía va en esta casa flotante, sus diarios de la época, Premio Nobel incluido, enmarcado por un mural de Siqueiros.
Pablo, el caminante, el observador de su madre tierra, el que vivió fuera de su útero y quiso volverse a él, porque no podía vivir sin su estro creador, los años le ganaban la batalla y quiso volverse a las entrañas de aguas amnióticas, protectoras. Aunque aún siente va en destierro, esta vez va con intenciones de organizar la gran tertulia jamás organizada, ésta vez con paisajes náuticos y arrecifes de colores, con todos los grandes y pequeños cabrilleos como una gran fortaleza de esa casa boyante.
Toda la fauna marina en este reencuentro como testigos, una fiesta organizada con los más mínimos detalles, el unicornio del narval y los colmillos de elefante con escrituras antiguas, piedras de nácar, caballo de madera, campanas al viento. Este barco con brújula china y sistema planetario incluido, todo surcando el vasto imperio creativo del universo.
Por todos los mares van las botellas con la invitación dentro de ellas, escritos en poesía, prosa poética y cartas de buena aventura. La tertulia de Pablo se acerca, va preparándose con su traje de gala, va vestido con corbata roja, gorra verde oliva, se dirige a su gran estrado, y en la enorme terraza del Atlántico, se dibuja en su rostro una sonrisa de felicidad ineludible. Allá en el horizonte, muchas barcas a velas están asomando, con sus prismáticos lee en los lienzos blancos, nombres apenas perceptibles, pero ellos se quedaron incrustados como cruz de nacarón en su alma. Grita, ¡Federico García Lorca, a la vista! Le sigue Miguel Hernández, mi buen, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, y también diviso bajel de rosado carmesí, huéspedes con aroma a flores de antaño, vienen a mi potestad ánforas de mieles casi olvidadas, son cantaros mis de ternura. ¿Dónde está mi pluma, Matilde? Hoy es el día del principio de los tiempos y tengo el numen del universo en el viento y puedo escribir los versos más alegres ésta noche, escribir por ejemplo la noche viene en galope rutilante…Pablo contempla con infinito amor a su musa amada Matilde y ésta le sonríe despreocupadamente…
Allá en el horizonte te diviso mujer de mis amores, dice Pablo…
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,

te pareces al mundo en tu actitud de entrega.

Mi cuerpo de labriego salvaje te socava

y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

Pablo Neruda

Prosa poética,
PATRICIA ARAYA
Poeta, escritora chilena, americana
Vive en Coquimbo, Tierra ruta patrimonial Gabriela Mistral
ALMA FANTASMA

Código: 1104078925308
Fecha 07-abr-2011 19:04 UTC

RADIO PIANO BAR

VER Y ESCUCHAR EL PROGRAMA DEL 11 DE MAYO 2012

MIS PREMIOS

FOTOPOEMAS

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DIPLOMA RED ESCRITORES COQUIMBO

DIPLOMA RED ESCRITORES COQUIMBO
PATRICIA MARAYA

FOTOPOEMAS II

Piedra de Sol

Carta de Amor y Paz.

Carta de Amor y Paz.

Mi querido Hamit,

Recuerdo la primera impresión el día nuestros caminos se juntaron, fue tan preciso el momento, tan como predestinado que me parece increíble que haya sucedido así como sucedió. Yo iba por la calle de prisa a casa, en mis manos llevaba un libro y dentro de este, las cartas había escrito a mi padre contándole los últimos acontecimientos de mi año escolar. El libro se desprendió de mis manos como un pájaro sediento de libertad y ahí estabas tu tan buen mozo, con una mirada penetrante viniendo de tus ojos negros. Ambos en cuclillas recogiendo las cartas; tu sonriente diciendo, ¡cuantas cartas de amor, como quisiera ser yo el afortunado! Tímidamente explicaba eran para mi padre, tu escuchando con mucha atención.

Fue una sorpresa habíamos estado en el mismo liceo los últimos tres años sin nunca habernos encontrado antes. La fecha de nuestras respectivas fiestas de graduación se venía encima, sin tener consorte ni dama para la fiesta de gala.

Ese encuentro marcaría el comienzo de una vida juntos. En la fiesta nos dimos cuenta que el amor florecía.

Los recuerdos regresan ahora a ese momento y te vuelvo a ver con esa hermosa mascarilla que tendría por discurrir, tú igualmente efusivo buscando interpretar en algunos de mis gestos quien era, y porque no nos habíamos encontrado antes.

Era nuestro primera cita y nada podía presagiar los acontecimientos se vendrían sobre nuestras vidas. El baile no se hizo esperar y tu te mostrabas reflexivo a ratos, otros divertido, serio y también nos encontrábamos tímidamente mirándonos a los ojos.

Me sentía contenta, y en un momento llegue a escuchar una voz me decía que tu eras el hombre de mi vida.

En la puerta de mi casa cuando nos despedíamos nos dimos cuenta que nos habíamos confidenciado nuestras procedencias y hubo tal algarabía que mi tía Abby había escuchado nuestras voces hablar, reírnos, haciéndonos silenciar por lo tarde que era. Yo te dejaba saber que había llegado desde Israel a los once años a vivir USA, dejando atrás a mi padre. Tu por tu parte decías habías venido a vivir con unos familiares a al edad de nueve, dejando también a tu padre en Cisjordania. Éramos circunstancialmente enemigos. Nos reímos, pero en ningún momento sentimos que lo éramos. Estábamos ya tantos años en un país libre, en paz que nos parecía todo tan lejano; excepto que aun teníamos nuestros seres queridos en la zona del conflicto.

Amor mío creo que todo se volvía más incrédulo cuando mi padre decía conocer al tuyo, y daba los detalles de lo ocurrido. Por tu parte tu recordabas a tu viejo llegar contando historias de un amigo inseparable del otro lado de la frontera, un Israelita, y eso te daba un temor que no pudiste olvidar.

Nuestros padres se habían conocido durante la guerra mas cruenta entre Israelíes y Palestinos, y por esas cosas de la vida a ambos les gustaba beber vino, y la cantina en la frontera no se hacia esperar y dentro habían creado una amistad que sobrepasaba las barreras del odio, la guerra, y habían hecho un pacto de hermanos. Ellos soñaron en sus tertulias, vivir libre, en paz, y en el amor de la hermandad. Mi padre contaba que se iban hasta la puerta del bar abrazado, cantando y al pasar al otro lado, ya afuera, se desprendían el uno del otro en lágrimas, prometiendo nunca disparar el uno en contra del otro.

Aquí estamos amor mío, con tres hijos, y una nieta maravillosa viviendo un sueño que nuestros padres jamás pudieron ver posible.

Mi querido Hamit, no me arrepiento de nada solo fuimos cómplices de haber vivido en Amor y Paz. Los momentos tristes son saber que no podremos caminar por la tierra que nos vio nacer ni llegar hasta la tumba de nuestros padres; pero si rezar, ver que la paz es posible si solo pudiéramos soñar y amar y que ese amor traspasara todas las fronteras posibles como lo hicieron nuestros padres que nos trastoco la vida nuestra por siempre.

Amor mío no me equivoque en escuchar mi voz y en este momento que escribo, vuelve tu rostro como la primera vez, incrédula de lo que me estaba pasando, nunca llevaste máscara alguna, pues aun percibo tu imagen antigua con la nitidez de un amor insoslayable.

Tuya, Nahali

Patricia Araya

He Nacido: Have Been Born

He Nacido:

He nacido en el jardín de la creación
donde la rosa fue mi madre
donde la raíz fue una estrella.

He aprendido a caminar en el universo,
donde las reglas las puso la existencia
donde el juez final, es la muerte.

Me he dejado plantar semilla,
en la inmensidad del amor
donde el milagro ha nacido.

He visto crecer la vida vertiginosa,
donde se quedo prendida en un segundo
donde la memoria del tiempo me persigue.

He aquí brillando con luz propia
donde voy alumbrando con luz de luna
donde soy reminiscencia de mi padre sol.

He dejado huella como lucero
donde van orbitándome todos mis pasos
donde mi descendencia va tras mi universo.

He nacido creada a semejanza
soy árbol destino en constante evolución
en sus hojas va descrito mi espíritu.

He perdurado en el jardín de la creación
donde en toda su esencia y en toda su magnitud
el verbo se hizo voz, llamándome “MUJER”


I have been born:

I have been born in the garden of the creation
where a rose was my mother
where my roots were from a star.

I have learned to walk in the universe,
where the rules were made by existence
where the final judge is death.

I have let myself plant a seed,
in the immensity of love
where a miracle has been born

I have seen life grow vertiginous,
where it remained caught in a second
where the memory of time stalks me

I have been here shining with my own light
where I’m illuminating myself with moon light
here, I’m reminiscencing of my father sun.

I have left a trail like a morning star
where they're orbiting my steps after me
where my descendants go after my universe.

I have been born created in image.
I am a tree of destiny in constant evolution
on my leaves are written pages of my spirit.

I have lasted in the garden of the creation
where in all its essence and all its magnitude
the verb was spoken, calling me a “WOMAN”

Copyright © Patricia Araya

TU SILENCIO HA DEJADO HUELLAS

Tu silencio ha dejado huellas
como el agua dibujó carne viva en la montaña,
cae torrentoso calando mis profundidades
es cascada en blanco, sombra y dolor
cayendo desde la cima altanera
hasta el ruedo de mis pasos simples,
mientras solo puedo contemplar
un caballo negro reluciente, altivo
solitario, pastando, alimentándose
sobre mis anhelos envejecidos.
Tu silencio ha dejado huellas
sombrea el paisaje como nube pasajera
mis recuerdos envueltos
en musgo, regados gota a gota
por la humedad de una mirada lánguida
sin saber tu silencio ha dejado huellas
se arraiga cansado en mi piel reseca por el tiempo


Copyright © Patricia Araya


PLANTEMOS POESIA, PLANTEMOS CUENTOS, PLANTEMOS AMOR POR NUESTRO PLANETA TIERRA


Vista de La Herradura, Coquimbo, Chile
If we did not take great pains to corrupt our nature, our nature would never corrupt us.__Clarendon

Mi Paisaje

Mi Paisaje
Playa Changa, Coquimbo, Chile
Nature is the living, visible garment of God.__ Goethe.

AÑAÑUCA: Flor Nacional de Coquimbo


Añañuca
Entre puñados de rocas diseminadas y pintadas por el tiempo. Arena de cabellos rubio, deslizándose al compás del viento. Entre rocas de colores y cordillera blanca; aparece por aquí, por allá, ella hermosa, finísima, de tímido mirar, detrás de cada peñasco como escondida, aún llorando. Sus labios carmesí susurrando palabras de amor que se van quedando enredadas en el pelillo y en las algas.
¡No llores mas, dice el cactus, hasta cuando!
Una vez llegó al pueblo, un sureño de corazón, venia con poco dinero pero con una carreta llena de ilusión.
Cansado venia, pero cantando. Tras su sueño venia, y llegando.
Añañuca, una joven del pueblo, al verlo tan re buen mozo del él se fue enamorando, y el joven a ésta no perdió el tiempo cortejando.
¡Vamos casando nos, iba diciéndole a su hija, el padre!
Fiesta de ramada cantada con tonada y cueca; entre vigüela, acordeón, y guitarra. La fiesta se fue armando. Bailaron y cantaron, y entre chicha y vino tinto; los novios arrullándose. Dos tortolitos a luna de miel yéndose.
Su joven esposo se levanto de su cama, una mañana, dando un salto. Añañuca dijo: el sueño más hermoso y más re- grande “he soñado que el oro que vine a buscar me esta esperando”
Añañuca se quedaba en lo alto de la cima, con su mano en alto, muchos besos de su boca al viento lanzando.
A su esposo, desierto vio tragándolo. Los días pasaban, pasaban, la verde pradera en amarillo se iba tornando. Los suspiros de Añañuca prontos en Azulinas flores iban quedando.
Su esposo se fue en busca de su sueño. El desierto tenía en su camino su reflejo incierto. Pasaron dos veranos dos inviernos. Añañuca enmudeció primero, luego cayo derrumbada al suelo, triste y sin aliento. Todos la lloraron. Añañuca había muerto. Pueblo entero bajando de los cerros. La dejaban en la misma cima donde vio a su amor por último.
La pira de piedras fue regada por la lluvia que caía desde cielo inmenso. Al siguiente día todo el lugar enteramente florido de una hermosa flor roja, el pueblo asombrado le llamó “flor de Añañuca"
Por: Patricia M. Araya
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Hill and valley, seas and constellations, are but stereotypes of divine ideas appealing to, and answered by the living soul of a man._E.H. Chapin

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