LA FORJA RED ESCRITORES COQUIMBO
DEDICACIÓN EN ESPECIAL A TODA LA DIRECTIVA REC Y A CADA UNO DE LOS MIEMBROS COMPONEN ESTA MARAVILLOSA RED LITERARIA.
Por Patricia Araya
Red Escritores de Coquimbo ha sido para mí como una escuela de forja artística, la cual se fue trazando por instinto. Aun recuerdo el día en que REC, fue concebida, fue como haber estado en trance, un estado de suspensión de los sentidos, su trazado fue de temple, puño, tiza, dos formas de una lágrima unidas a una sonrisa universal, dando forma a esta fragua que congrega calor humano, durante el tiempo que sea necesario. Hogar que eleva la temperatura en constancia; en especial realza y acoge los diseños del alma.
REC fue naciendo de la nada, un idílico deseo de hacer un espacio para poetas perdidos dentro de la modernidad, sin acceso a Internet, u otros medios de comunicación. Pienso en el día en que REC fue creada el espíritu de Gabriela Mistral estaba muy conmigo, en este lugar geográfico que la vio nacer, quería dar la posibilidad a poetas perdidos en este magma montañoso inmenso, a su vez tan sencillo, y descubrir en esta Cordillera cadena que Gabriela amó tanto, destapar ese oro lumínico que existe en cada poeta. Reminiscencias de una niña perdida en un valle al fin del mundo venían a mi, Lucila que poseía luz propia, resplandecía como estrella, sol, y luna, sin ella aun dimensionar su herrería; fueron sus valles, colinas, que entraron en ella para alimentar la combustión de sus amadas letras, poesía que luego viajaría por el mundo entero.
Deje así que los metales llegaran a esta fragua como caídos del cielo, invite a venir a mis mejores amigos a quienes había cultivado con el paso del tiempo. Fueron ellos quienes prendieron fuego, trajeron la luz de sus letras; fueron ellos que golpe a golpe, fueron moldeando las características de la red, troquelaron con estilo, con peso, ajustaron los detalles, y fueron dando forma al dibujo, bordearon el molde, y fueron ellos que con puño, fuerza espiritual, fueron dando paso a esta artesanía universal, sagrada llamada Red Escritores Coquimbo-
El tiempo se ha encargado de dar a este lugar de aguas tranquilas, de paz, sea un lugar abierto para todo aquel, que con fragua, carbón natural, llegue manivela en manos, encienda el fogón, avive, ablande el hierro, use su fuelle espiritual, comparta su diseño, arrulle, adormezca, despierte la brizna oceánica donde la forja nazca, crezca, se distribuya con amor fraternal, una todos los océanos, desiertos, montañas y parajes insospechados en un solo soplo concertado.
Ha sido desde entonces tres abriles, donde nacieron los racimos de uvas, las hojas de parra, las espigas al viento, se forjaron los tréboles de la suerte. Fue con soldadura mezcla de limaduras, labrados, metales preciosos, hemos ido construyendo esta escalera que sube, se enrosca, se diseña universal, enlazado de manos la una a la otra, colorido lustre que cada poeta da a esta flor universal, enjambre de almas propagadas en letras, como un gran sol en fortaleza alumbrando y es en esa chispa que REC se vuelve fuego fraterno, nos deja unidos para siempre, ni el tiempo podrá nunca borrar, porque hemos forjados rejas, ventanas, puertas por donde ir hasta el más allá.
El brillo del metal, son ustedes, cada uno de los poetas escritores, poetisas que forman este espacio literario.
Gracias por hacer Red Escritores Coquimbo un lugar de amor hecho hierro.
Con cariño más allá de toda frontera
Patricia Araya