TORRENTE DE PALABRAS
A Pablo Neruda
“Soy Pablo Neruda, soy poeta”
conóceme, cultívame, percíbeme
en todos los rincones de mi comunicado;
descúbreme, y revélame
mientras me manifiesto rapsoda,
deslízate en mis horizontes y sígueme;
Soy tu aedo…
Haz de mi mar, parte de tus olas
te obsequio mis nubes y mi sol;
promesa en la luz, sombra y en la ofrenda oculta.
Trepa mis bateles mecidos por el mar,
rema en la placidez de la tarde;
contempla el cielo, se ha vuelto rojo
voy contigo en la palabra fulgor,
te regalo mi noche crepuscular, “Poema Quince”
“Poema 20”, o mi “Canción Desesperada”…
Déjate llevar por el murmullo del oleaje
escucha los aleteos de mis aves viajeras,
en picada se dejan caer en el anochecer
peces alimenticios para tu alma.
Soy donante de sutileza y lauro
regalo matices, verbo tonalidad
halago, elogio, agasajo con la palabra
mis musas las dejo en tu arriate.
Medita, examina, reflexiona;
mis flores, mis mariposas comparto en tus manos;
tus pies se fundan en el dulce bálsamo
mi naturaleza trovadora aletee en tu céfiro.
Alza la vista al cielo, como yo lo hice una vez
dibújate
un corazón luminoso en alturas
manto de paz te cubra,
voz cobijadora te arrulle,
bendito velamen encienda tu vida;
!no te canses, no te canses de mi conmemoración !
Mi dote, manual de ternura, mi apego herencia
mi tiempo oportuno;
sintonizado al tempo ulterior.
Mientras tanto déjame recordar
mis rondas en Parral,
los cánticos de la aldea
las luces en mi plaza,
en la fuente las palomas ansiosas
acunadas las sonrisas abiertas en los rostros de los abuelos.
Un organillero seduce y su música evoca
repica el tambor, en la gente hay embrollo,
el mono salta, el loro temperamental,
todos somos niños en una ronda
y la armonía y el amor florecen
el aire en liviandad oxigena a mi pueblo.
La vida de campo es un regalo
el corazón late …
la primavera llega polvorosa.
Perpetuo mi contento, júbilo, mi entusiasmo
lugar de aprendizaje
el verbo brilló en mis manos
ofrenda donde haya carencias
mi voz vaya en abundancia en alas de mariposa,
mensajera en pecho de paloma.
Mis palabras multiplicadas
en el reflejo del agua…
Mi voz legado polvo de estrellas
agasajos rayos de la luna,
dadivosas gotas de rocío,
regocijo esperanza,
y en la cresta de la ola
mi voz caudalosa,
comparto su astucia
con todo mi mundo arrabales
uvas jugosas
el vino, los mostos y las viñas de mi infancia.
Zarza, espinosa la rosa regalo
su perfume escondido
des polen, extracción, aroma
la rosa asombrada deshojada
asume su cautiverio;
su aroma en ansia y jadeo.
Mi verbo, cartas de amor,
riego del mundo
en coraje, en sabiduría,
manos en la rueda de la vida;
dominio de los hombres
despedazadas las tristezas y el dolor
purificado de pensamientos nocivos,
nace en la oración luz sanadora.
Paz mía sé amiga fiel del hombre,
surja inofensiva, amor desbordado
no más oscuridad, en el ser humano
se vuelva amigable su corazón
exorcizado de humildad.
signo exclamación, su compasión
dote de Dios infatigable.
Encontré amor, paz, dignidad
en la claridad, en oscuridad
en el miedo, angustia, desolación;
me contesté
hay ríos de razonamientos,
en la misericordia de todos
y en la ternura de los niños del mundo.
Caen al saco de lino, flores del mirto,
aromática dulzura del arrayán
perfecta paz, mi traje de niño
pueblo pacificador
en el camino ancho y angosto
en camino llano y montañoso.
Huele poesía.
¡Hay tanta poesía!
En el paso lento de un abuelo;
en el paso saltarín de un niño,
comparto respetuoso su sello.
Aunque el amor es injusto en soledad
es justo cuando se comparte;
la perfección es más grande que yo
me debo a sus más altos secretos,
alabanzas, dignidad es mi reto
no me escondo, porque destello
porque, vivo en llanura soleada
¡si todos vivieran bajo mi sol;
darían gracias a Dios!
Soy, fui y seré vida, balance, armonía
sin fatiga, ni decaimiento
compasivo conmigo mismo;
la vida camina en reverencia
yo hablo con el universo,
el universo escuchará siempre mi rezo.
Yo voy…
la montaña viene
fluye el poder auténtico,
me dejo acariciar por el viento
hay pasión y consentimiento,
mente, cuerpo y alma entrañables.
Recibo agua bautismal
cara al sol.
El mar siempre mi testigo.
Flores rojas escondidas,
flores azules sorprendidas,
aves sobrevolando la roca,
descanso en el eco de la noche,
pasos cortos inconmensurables;
fuerza divina entre la materia
alma en el cuerpo,
todo mi espíritu tallado en la roca.
Hay poder y efecto en el ruego.
El universo es mi fortaleza.
Mi vida genera nobleza
mi sueño en total sosiego,
más allá del mundo soñado,
hombres que nacieron como yo para poetar
los niños cantan,
los niños juegan ronda,
el mundo cobijado;
madre y padre
contemplen
abuelos dejando en ellos, su origen.
Soy escriba del hoy del ayer y el mañana,
alimento verdadero
escribiendo himnos al amor, en la luz.
Soy escriba en solitud
ayuno de ansias
valiente, dedicado poeta
embajador de mi tierra
y legado póstumo.
Bibliotecas del victorioso pueblo
para los hombres por el hombre
libros rescato del peligro
libro testigo voto por sí mismo
niños en un mundo verde
coloreando flores, aves y palomas
la madre naturaleza
en cascada de azul mar, azul tristeza
toda ella, vestida de cielo y praderas
Yo, pablo Neruda aplaudiendo…
Viñetas grabadas
quedan mis poemas.
Casa de Isla Negra,
La Chascona,
tallado mi espíritu,
mi voz tañida en bronce,
campanas vetusta plata, oro los peces
manos en la pluma de ganso,
mis versos badajo al viento
palabras luciérnagas, destello de la noche
velas encendidas,
a la mar mi pergamino.
Patricia Araya
Pablo vienes a mí, como siempre te he recordado
un hombre de voz reposada,
sentado en una silla blanca cerca del mar,
muchas veces leyendo un libro, o solamente escuchando el mar a tus antojos
Otras te recuerdo con tu gorra de lana de oveja,
abrigo de casimir, fumando pipa.
Te presentas como alguien poco conocido
sin embargo eres labriego constante de tus palabras mecidas por el mar-
Estas aquí, en tu casa, en la playa donde caminaste incansable,
donde curtiste tus palabras al viento,
donde tus odas siguen sempiternas,
en tu pueblo entre el monte y el mar.
Como no recordarte
solo puede haber un solo Neruda;
nos legaste tu curiosidad
y nos dejaste descritos tu animales humanos
fuiste talabartería planetaria
donde no descansó nunca tu numen creador.
Los supermercados persas fueron estadios de fantasías
todos las cosas especiales para ti, todo fue tacto,
sensibilidad inagotable,
te gustaba, todo y todas las texturas
maderas, metales, cristales, lanas, plumas de aves, piedras de nácar.
Te ibas infinito en las curvas de las cerámicas,
En las ruedas de una carreta, y las ondulaciones de los cerros
ibas aprendiendo siempre
caminante, voraz curiosidad describiendo tus experiencias.
“Buenos días soy Pablo Neruda, soy poeta¨”: decías.
Como olvidarte, si la resonancia de tu voz cae como plumillas de aves sobre el tiempo
Cabalgador galopante de tu poesía que no descansa.
Ahí en tus pasos lentos, se fueron haciendo camino tus versos
eres palabra melancolía, en estos instantes de evocación
un paisaje de tu abierta sonrisa
y nos regalaste tus viajes descritos:
te fuiste lejano,
solidario,
después de la hoguera de la guerra
tus palabras se hicieron voz de alerta y dolor
tus amigos fueron tu estandarte y la paz.
Tu poesía un tratado de la memoria y experiencia
un mármol tallado por tu pluma,
un palabra añosa en un árbol milenario,
un ave surcadora de los cielos
una reunión de protesta pacífica,
un dedo apuntando a otro
un cuadro de Siqueiros de colores, dolor amor, y pasión.
Te sigo como quien camina en una calle antigua
con edificios modernos en cada esquina,
pero con la nostalgia de un viajero que regresa a casa.
Toda tu poesía, un cuadro del mejor pintor de realidades
un graznido de un ave fénix,
un paisaje de atardecer en una playa muy tuya,
toda tu vida en el centro del mapamundi
y muchos niños haciendo ronda de Gabriela en torno a tu palabra hecha voz
Tu poesía viva como un árbol perenne,
Tu poesía en las cumbres de la Cordillera de los Andes dibujada eterna.
Patricia Araya
A Pablo Neruda
La vida te labró destino poesía,
desde entonces fuiste poeta.
Homero abrió las puertas;
los grandes te acogieron en su Olimpo.
Pescador de numen de los mares,
cosechero, juglar de las flores,
coleccionista de palabras venidas del viento,
glosador en tu cielo, el crepúsculo.
Aedo heredero del verbo y sus riquezas;
planta de los pies recogiendo enigma
arcano las musas se enredaron en tu fuego,
estro llevaste por el mundo, dolido y amado;
volviendo porque el mar te llamaba,
inquieto de espíritu, de imaginación vibrante ;
atisbador de todos los horizontes
confesador de tu vida vivida
Patricia Araya
POETA NAVEGANTE
Poeta navegante de la palabra
en cada puerto un verso
el horizonte mar azul de letras
barco silo con mascarones de verbo.
Poeta de la voz triste adormilada
poeta anclado y viajero
poeta adulador de mujeres en un verso
detrás de macaras, el tren de tu vida
Isla Negra al mundo se fue en tus letras
engalanada en la espuela de tu alma;
isla olor a sal y olas furiosas
arenas gruesa cobijadora de pasos lentos.
Campanas badajo tu nombre al viento
nace tu casa: angosta faja de piedras
espíritu miedoso y atraído por la mar
venero, humo, sombrero y manta.
Navegante sobre la tierra,
con juguetes grandes y pequeños
las horas de tu vida pasan…
mar de letras guardadas en botellas
marinero coleccionista de mariposas
tallada tu alma en mascaron de proa
caminante por el mundo consentido.
Tus poemas cimbrados por las olas,
reaparecidos tesoros guardados
confieso has legado greda escrita
el viento, mar y las aves son tus emisarios.
En el muro tallas de peces de colores
piedra, huesos y paisaje dormido
descrito en el aire
Tu nombre Pablo Neruda
REFLEXIÓN EN VIOLINES Y ARPAS
A PABLO NERUDA
Hoy enciendo cirios a tu recuerdo
vigilancia color estrellas encendidas
reflexión concierto de violines y arpas
acompañan estas memoria tuya.
Es que eres bosque verde riqueza,
sumergido en el cimbreante espejo del tiempo,
es que eres jardín de flores y hojas en loco cambio de estación,
y eres un árbol añoso, contemplativo
tronco erguido en arco abrazador.
Paisaje que se va distante y cercano,
lugar de puentes inconmensurables,
donde tu poesía es el rio va musical hacia el vasto mar
donde todo es riqueza y reverencia.
Allá en la cima de mi evocación;
escucho tu melodiosa voz
es el reflejo de tu poesía en el agua
se eleva marisma cercana al mar
todos los versos van cristalinos
en el eco de las aguas…
Todo se funde, flores, colinas, cielo y mar
tonos grises, rosas, amarillos, violetas y luz de sol;
prosa fluida deslizándose por la roca
constante, serena, diestra como tu calidez humana.
Siempre te recordaré entre el bosque y el mar
y serás una gota de agua transparente, sobre una hoja de parra verde
letra a letra aunando un mar de palabras,
ponto, piélago, océano
donde tu cariz se refleja constancia.
Y todas las montañas están detenidas a la espera
todas las reflexiones cuan aves sobre el agua
pergamino de tus flores amantes
bajo el hechizo de tus aguas
y es el sol el candelabro de tu imaginación inagotable.
Violines y arpas concierto en el aire.
Patricia Araya
Arte visual y poesía
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Alma fantasma
Antología mil poemas a Pablo Neruda
Tu alma fantasma fue bautizada por el océano pacifico, va sobre las más altas olas de este planeta, algunas de ellas, más de dos metros de altura y estás ahí, en el medio de tu gran océano, al timonel de tu barca hecha de espuma, te llevas todo lo que tus ojos abarcaron, aves, animales, cielo, nubes, arboles, flores, viento. Todo cuanto amaste va contigo, tu cama imponente en una pieza redonda, tus libros, y esa ventana de barco que traspasa la imaginación a volar como ave trashumante.
Pablo el que amo tanto su mar que dormía al compás del vaivén de las olas, y le gustaba arrullarse al armonioso sonido del rompiente chocando en las rocas. Él se fue yendo inmerso en sus aguas, enamorado de todo lo que en ese basto mundo forjaba, dentro sus fantasías.
Allá en ese espacio inconmensurable va Pablo, junto a él, la Medusa, el enorme mascarón de proa, tallado por el viento y la sal de los mares, ahí junto a él, María Celeste, con su sonrisa dulce e imperiosa belleza de niña, también lo acompaña su amada Matilde, y ambos siguen contemplando todos los mares a su haber, con infinita paciencia.
Ahora el tiempo va a babor y las ondinas susurran en sus oídos la más hermosas odas de amor, mientras las náyades surcan los ríos de metáforas, las sílfides se confabulan con el sol, la luna y las estrellas, guiados por el mapa terráqueo que da vueltas sin tiempo. Las dríades traen todos los verbos enraizados en a los bosques de la tierra, hasta el colinde de su piélago.
Toda su vida va descrita en esta Arca de Noé nerudiana, sus conchas marinas, sus barquitos dentro de botellas, el farol del puerto, y la gran torre que le lleva por esta acordonada escalera de caracol rumbo al cielo, su libro España en el corazón, toda su poesía va en esta casa flotante, sus diarios de la época, Premio Nobel incluido, enmarcado por un mural de Siqueiros.
Pablo, el caminante, el observador de su madre tierra, el que vivió fuera de su útero y quiso volverse a él, porque no podía vivir sin su estro creador, los años le ganaban la batalla y quiso volverse a las entrañas de aguas amnióticas, protectoras. Aunque aún siente va en destierro, esta vez va con intenciones de organizar la más grande tertulia jamás organizada, esta vez con paisajes náuticos y arrecifes de colores, con todos los grandes y pequeños cabrilleos como una gran fortaleza de esa casa boyante.
Toda la fauna marina en este reencuentro como testigos, una fiesta organizada con los más mínimos detalles, el unicornio del narval y los colmillos de elefante con escrituras antiguas, piedras de nácar, caballo de madera, campanas al viento. Este barco con brújula china y sistema planetario incluido, todo surcando el vasto imperio creativo del universo.
Por todos los mares van las botellas con la invitación dentro de ellas, escritos en poesía, prosa poética y cartas de buena aventura. La tertulia de Pablo se acerca, va preparándose con su traje de gala, va vestido con corbata roja, gorra verde oliva, se dirige a su gran estrado, y en la enorme terraza del Atlántico, se dibuja en su rostro una sonrisa de felicidad ineludible. Allá en el horizonte, muchas barcas a velas están asomando, con sus prismáticos lee en los lienzos blancos, nombres apenas perceptibles, pero ellos se quedaron incrustados como cruz de nacarón en su alma. Grita, ¡Federico García Lorca, a la vista! Le sigue Miguel Hernández, mi buen, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, y también diviso bajel de rosado carmesí, huéspedes con aroma a flores de antaño, vienen a mi potestad ánforas de mieles casi olvidadas, son cantaros de mis ternuras. ¿Dónde está mi pluma, Matilde? Hoy es el día del principio de los tiempos y tengo el numen del universo en el viento y puedo escribir los versos más alegres ésta noche, escribir por ejemplo la noche viene en galope rutilante…Pablo contempla con infinito amor a su musa amada Matilde y ésta le sonríe despreocupadamente…
Allá en el horizonte te diviso mujer de mis amores, dice Pablo:
“Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra”
Pablo Neruda
Prosa poética,
PATRICIA ARAYA
ALMA FANTASMA
Código: 1104078925308
Fecha 07-abr-2011 19:04 UTC
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN