
Fuerte Lambert
Coquimbo, La Serena
Paraíso entre rocas moldeadas
Por el susurro del viento
Cayendo vertiginosas desmembradas
Tallador el tiempo va barlovento
Viajero andamio de senderos
Rocas elevadas crujientes
En posición de caída libre
Equilibrando su destino, garras y dientes
Piedras cavernosas latentes
Entre rocas desformadas
Agua viajera besando vientre
Útero pariendo rocosas fuentes
Tallador de pies y rostros
Esculpidos al azar
Como espontáneas hadas
Va dibujando la mirada al transar
Cavernosas caderas
Dejan refugiarse al amigo
Que persevera en su intento
Orgasmos en suaves praderas
Espejos de bellos paisajes
Entre las enrejadas laderas
Mujer besando, dando masajes
Mujer de falda larga terrosa
Mujer de ojos cautivadores azules
Mujer de senos opulentos milenarios
Trisándose al menor suspiro
Viento juguetón alzando su falda de tules
Divirtiéndose con ella sin respiro
Espontáneos camastros serpenteando
El sendero subiendo, bajando
Como caprichoso pordiosero
Tejido rocoso entre anillo y zafiro
Antojadizos avasallan en ellos
Su ímpetu vuela aventurero
Recovecos halagüeños, briosos destellos
Entre musgos y cactos pequeños
Corren a esconderse salamandras
Refugiándose en la roca
Anidan aves marinas y tritones
Alojándose escondidos en la sombra
Escondite de almas solitarias
Santuario de alma en desmedro
Imágenes de almas solidarias
Bajo el radiante sol y suave sombra
Incrustada gruta hecha en roca
Bajo el abundante árbol de la vida
Mar azul se desboca
Virgen majestuosa convida
Don escrito en papel y piedra
Envueltos en sobre de alabanza
Rezos, ordenanza en blanca hiedra
Aferrándose a la idónea esperanza
Fuerte Lambert acorazado
A orillas de un mar azulado
De entretenido vuelo fortificado
A tu roca morirás abrazado
Bañado tu paisaje
De hermoso contraste
De cerros amenizando allende
Con el verde campestre
Rodeando la mirada
La azulosa ensenada
Que cubre, besa, que regala
Esta mañana soleada
Patricia M.Araya