Tuesday, November 27, 2007

Huérfanos de la Tierra

Huérfanos de la tierra (Arauco Maltratado)



I
¡ Que tristeza

De ver esa llagas obscuras en mi pueblo !

Por qué seguir dejando pisotear

La obra maestra de mi territorio ?

Si antes que naciéramos

Nos habías decorado cada rincón de mi tierra

Para todo aquel que abriera sus ojos

En este suelo, pudiera amarte.



Mi pueblo no-tenía hambre

Y cuando la necesidad del mediodía llegaba

Las praderas se abrían

Para entregarles sus manjares a mi gente



Mi pueblo no-tenía sed

Y cuando la aurora silenciaba la noche reposada

El cielo sabía abrír sus compuertas

Para darle la pureza cristalina de su llanto.



Mi territorio no-era guerra

Era fertilidad de paz y arbolada tranquilidad

Y su lenguaje se esparcía en las cascadas y ríos

Para ir acariciando las espumas de su mar.



Esa palabra –guerra– no-estaba

En sus techos, puertas ni ventanas y cuando

El hombre-guerra llega, arrastrándola en la cruz

El grito de repudio de estableció.





II



En mi tierra durante siglos

La indiferencia sigue cultivándose para acallar tu grito

Ni el eco ha podido silenciar tus cantos epopéyicos

Ni el cielo tus imágenes borrar

Para así dejarlas perpetuas en la memoria nuestra

Esa de tu brava defensa territorial

Y hoy, la belleza de tu gesto no-ha sido capaz

De cambiar la mirada del invasor.



A veces me pregunto

¿ Por qué te hemos dejado en este averno

De sentido trágico, absurdo y de cruel desatino ?

Si jamas te arrodillaste, si nunca te vendiste

Y tu memoria jamas conjugó la traición.



¡ Entonces !

Sólo desolación de los huincas

Que la sombra de sus sombras es indigna de sus pasos.

¡ Sólo verguenza !

Si hasta el mismo sol acompaña tu llanto

En sus mares serenos.

¡ Sólo indignación !

Que la bella luna esconde su rostro triste

Detrás de sus montañas cautivadoras.



¡ Entonces !

No deseamos verte ni escuchar

Tus lamentos desesperados –hermano ancestral–.

No queremos más ver llorar el sol

Ni sentir la tristeza de la luna

Solamente decimos basta. ¡ Sólo basta !

Para que recuperes tu luz y así seguir

Iluminando tu andar y tu rostro indomable.

Ahora el centro rojo de nuestros pechos

Se abre a tu clamor y te decimos hermanos de la tierra :

III



¡ Levántate pueblo mío !

Si hoy en este suelo que has defendido

Con la sangre de tus hijos para honrar a tu pueblo

Sigue siendo bañada con sangre de tu sangre

Estás en pie de guerra, con esa palabra que no-era tuya

Hoy estás ahí para recuperar tu tierra

Y expulsar la miseria y la injusticia.

Abandono y pobreza… pobreza y abandono

Que indigna y funesta herencia para tu lucha.



¡ Defiéndete pueblo mío !

Porque no serán los hombres sentados

En sus sillones de cuero que comprenderán tu lamento.

No será tu pueblo de Santiago ni aquél del más al norte

O ese del más al sur que secarán tus lágrimas.

Ni serán aquellos apellidos escasos o avasalladores

De raras fonéticas, que aprenderán tu lengua.

Y no será la endimia del pauperismo del sillón

Que acallará el grito hambriento de tu vientre.



¡ Hónrate pueblo mío !

Que a través de la estética de tu rostro

Los astros se han inclinado a tu mirada soñadora.

Que la luna y el sol en sus despertares y sueños

Han alabado cada gesto de tu andar

Y que el mustio no se ha establecido jamas

En tus instintos y costumbres ancestrales,

Para que tu lucha, tu voz y tu canto

Sigan interpretando la lozanía eterna de tu pueblo


Sergio Olave.

http://sergiofernandoolave.blogspot.com/

1 comment:

  1. Hola Patricia,
    Aqui te envío el poema que esta en mi libro que llame'--Para no ser Rio Seco--"
    Abrazos amistosos
    Sergio Olave

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