Perugini_Charles
El andén
Basado en el texto del mismo nombre de Modesto
Herrera
A modo de hacer una nueva de creación de una
creación ya valiosa en su propio
derecho.
Estoy de
paso en un andén distinto, pasajera,
extraña en este lugar, pero compatibilizando con un tiempo pasado, donde me
sumerjo en un cúmulo de recuerdos que no los míos.
Uso el
vehículo, la palabra, que me lleve y me traiga por diferentes paisajes, por
diferentes sendas, y me deje atravesar
puentes que me transporten, donde
despierte bajo el sol, después de haber
dormido en una noche eterna.
En este
andén estoy rodeada de otros miles de recuerdos, de hombres y mujeres, que ni
siquiera conozco, se funden en la maraña
de los míos, hemos oído la misma música,
y hemos tenido experiencias similares, pero la emotividad de nuestros quehacer
interno, es total y ajeno a todo; es como,
cada uno estuviera en su propio universo. Un universo basto, entrelazado
por cadenas y por hilos de seda, dando un enjambre de una gran alfombra, donde
todos somos hebras y hay un ave dios,
desde arriba viendo cuan fuerte es nuestro hilado o cuan delgada es la
tela, y cuanto tiempo demorará en desprenderse en dos mitades.
Todo cuanto
he visto, he tocado, va de igual a igual
con mis congéneres, pero mi latir y su latir tienen armonías asonantes,
disonantes y armónicas, pero todos sus
tonos únicos e irrepetibles.
Es por eso
que se estoy aquí de paso, buscando la razón de la luz y en donde encontrarla a
raudales.
Mientras busco, me detengo a contemplar a un
hombre que llama poderosamente, mi atención, traspaso su carne y sus huesos
para adentrarme en su misterio y entender porque me suena tan similar y a la
vez tan diferente, como si lo hubiese conocido desde antes, desde cuando la nada, fue nada.
Estoy
dentro este lugar, en un silencio poco acostumbrado a este lugar, de gente que
va y viene. Pero es mi lugar, desde donde nace todo los que conozco como
inspiración, es el estimulo vida, que me dejó aquí, en este ferviente lugar,
para descifrar, cuan vehemente puedo llegar a ser.
Y quedo
aquí, admirando, intentando moverme, cuan as de luz, que viajera, va surcando
el espacio, alumbrando y oscureciendo, días y noches, en un sinfín de
recuerdos, que voy viviendo en un
presente prestado y dejo bajo el tapiz
mis pisadas, para volverme por la
misma huella, para encontrarme
reviviéndome, con la ilusión de un mañana mejorado.
Y sigo
entrelazada a dos partes, que en apariencia es una, pero dentro del sistema
comunica sin palabras, un verso, que
nunca había dado tantas señales, de
estar en tan lisonjero momento, como hoy.
Patricia
Araya
03 10 -2010
Me gustó amiga...
ReplyDeleteMuy bien!