Sunday, September 12, 2010

Carta a la mujer indígena – Guatemala

Memorias de PatAraya

Carta a la mujer indígena – Guatemala

A mí querido amigo Rafael Mérida Cruz-Lascano

Mujer indígena, siempre he sentido admiración por tu raza, el temple fuiste tallada para ser el espejo de la madre tierra: sencilla, tímida, de sonrisa apenas asomada a la comisura de los labios, de mirada ida contemplando a los dioses en la profundidad de tu alma, escuchando a ellos comunión trascendental, en plegaria, rito, canción. Por dentro tu cuerpo bulle misterio, oscuridad florida, sobre el huipil estelar; fuiste creada. Será por eso que nunca te cortaron el cordón umbilical, unida vas perpetua, a los forjadores de ese inmenso amor, profesas a nuestra madre Tierra.

De tus entrañas salen yacimientos de oro, platino, plata y das vida regocijantes hijos: ríos, lagos, lagunas, cenotes, cataratas y volcanes.

Tu cuerpo es árbol ceiba sagrada, ancestral, terminando en raíz gruesa, yéndose en la profundidad de la vía láctea, dando oro blanco algodonado a tus hijos, vástagos, de flora diversa y coloridos tonos tierras.

Tu piel dorada es amasijo del maíz, y sus granos provisión dulce de cacao, alimento que endulza lágrimas amargas.
Tu cabeza adornada de coloridas cintas unidas a tus cabellos, trenzadas hiervas, diversos aromas, aura tocado, no permite enfermedades entren en su templo.

En tus caderas, quedaron tatuada la faz de la tierra, donde suele haber talegos de amor de madre, donde la matriz cielo, es el jardín de juego de tus hijos y la matriz tierra, es la biblia, enseñanza, desde cuando no había ningún ave, pez, ni animal, tampoco sonido; solo mar, tierra, y el vasto cielo, para crecer espiritual.

Tu alma va vestida de rojo carmesí, verde profundo de los mares, alas de quetzal viajera, en la libertad misma, del viento.

Tus pasos por la vida están marcados por el calendario Maya, donde tus días siderales se marcan en la orbita de la tierra alrededor del sol y tus hermanas las pléyades siempre contemplándote desde la estrellada distancia. Tu lumbre es origen lunar.

Tus cabellos largos son surcos en la tierra, dando paso al agua salvadora y fértil semilla donde nace el maíz, cuyuxcate, moral, campeche y el marañón.

Cuando con tus dulces dedos, siembran la tierra y cuando tus espaldas se inclinan en reverencia a ella, el amor llega desde las constelaciones se unen a ese rio de sol, agua y verde sembradío, crece entonces oro, desde tus simientes, maíz, frijoles, calabazas, tomates, yuca y algodón; es el alimento de tus hijos.

Eres escritura laboriosa y sobre los telares quedan descritos como un arte sin igual en el mundo. Pues mírate mujer, llevas flores bordadas alrededor de tu pecho, como también a tu cuello y has ido dejando registros de tu firma, por todos los pueblos has ido caminando. Tu voz descrita en los colores rojos, amarillos, negros y blancos. Todos los símbolos has aprendido de la naturaleza misma. Ella, tú madre, fue quien te invitó a pintar entregándote los aceites esenciales, salvia de corteza de arboles, ungüentos de alas de libélula y conchas marinas; con estas herramientas sutiles, has ideado el más hermoso lenguaje, fonético, silabario en los glifos sedosos, de tu telar.

Mujer religiosa, sacerdotisa, piedra jade, más preciada que el oro, eres monumento, pedestal, tus pies jade, obsidiana y pedernal. Cariz de tu pueblo, donde nos llevas por un hermoso paisaje de orquídeas blancas y ensenadas multicolor. He aquí la más bella flor indígena guatemalteca.

A mi hermana ancestral de Guatemala

Con todo el amor universal

Homenaje al Bicentenario de Guatemala

Septiembre, 2010

Patricia Araya

Carta a la Mujer Mapuche

Memorias de PatAraya

Carta a la Mujer Mapuche

Tejedora de sueños

Mujer Mapuche, mujer huitral, sencilla como la tierra misma, hechura de nativos sueños, piel madera, con su fuente de corteza firme, que nunca se desliza ni cae al vacio porque estas apoyada en los cuatro puntos cardinales. Toda vestida de templo, lienzo negro cubierto tu cuerpo, con estrellas de plaquitas de plata, tu aura de mujer ancestral. Toda tu figura conformada de ricas especies traídas de los bosques del sur del Arauco.

“Treng-Treng serpiente tan poderosa como la anterior y quien tenía dominio absoluto sobre la tierra, hizo crecer los cerros para que los mapuche se protegieran en ellos, mientras que Kai-Kaivilu hacia subir las aguas, más arriba subía el cerro, fue tanto lo que subieron las montañas que casi tocaron el sol. Los mapuches para no lastimarse del calor del sol y de la copiosa lluvia cubrían sus cabezas con cantaritos.

Los mapuches que cayeron al agua fueron convertidos por el Treng-Treng en peces o en piedras para que vivieran de otra forma y no se ahogasen.

Para calmar la furia de Kai-Kaivilu el mapuche hizo muchos sacrificios. Así el agua se calmo y la serpiente se hundió en el mar, de esta forma surgió nuevamente la vida en la tierra” ( Historias mapuches)

De ese cataclismo quedo conformada tu casa territorial, entre ríos: Maule, Itata, Biobío y rio Cruces, que formaron de frontera natural tus horizontes; con el melipal, sobre tu cabeza la Cruz del Sur.

Todos tus torzales son hechos de ñocha trenzada para mantener en firmeza a toda la familia, labor que te ha tocado desde que el cielo es cielo, asumir.

Tus manos siempre están con la vara de la cruzadilla, ordenando el cielo, el huerto y las tradiciones de tus ancestros.

Tus caminos son trasewitralwe, van serpenteando los pasos que tendrás que dar en la vida y dan la fortaleza para que el tejido sea armonioso entre tú espíritu, la madre tierra y tus hijos.

Mujer sol, doble estrella y vergel dentro del hogar, tejedora de sueños, descifradora de símbolos, orgullosa mujer mapuche, yendo contra todos los vientos de la violencia para vivir, canto y armonía a todos sus hijos en paz.

Mujer que grita en línea de tiempo, ser libre en su tierra ancestral, guardadora del oro custodiada del un toro rojo y un caballo negro. No más usurpadores, aguerrida.

Mujer machi, que vive en los bosques protegiendo a sus seres queridos de todos los desastres de las tinieblas, alejando a los malos espíritus.

Mujer hiladora e hilván de todos sueños en MAPUDUNGUN.

De tu encantamiento ha salido mi vergel escrito para tu amada figura ancestral

Con toda mi admiración de tus lunas y estrellas

Dedicación en el BICENTENARIO DE CHILE

Patricia Araya

Epístola al silencio



Denis Rodriguez

Epístola al silencio
A mi virtuoso señor

Tiempo de reflexión
Te parecerá extraño te escriba y es porque siempre me he sentido atraída por tu amorosa quietud. Te he amado en dolor, por vivir en un mundo abrumado por el ruido y no tener tu refugio, como mi hogar.
Tal vez sea imperativo, tenga que sufrir a mares, antes de encontrarme con tus bondadosas caricias. Estoy consciente, somos nosotros los seres humanos, los que controlamos nuestras vidas y que ofrecemos a los demás hermanos con ella, pero en tu confianza creo encontraría mi suplica.
He tenido que subir a una montaña muy alta, para ver el amor que posees en tu intima estancia. Yo debo darme reposo, sosiego, que tanto añoro y adéntrame en su altar con infinita paciencia.
Yo se al entrar en tu amada presencia, seria como una oración, donde podría escuchar a la naturaleza en toda su frecuente discreción. Mirar el cielo y descubrir su mudez, con todas sus estrellas y la luna en un círculo de su afonía misteriosa, deslumbrándome.
Quiero sepas, mi señor asceta, estoy en constante ebullición, inclusive en los momento trato de conectarme contigo. Mis dedos parecen aves en vuelo y mi mente poblada trata de concentrarse y se pierde con el bullir de mis pensamientos. Estar en tu poder, seria una ansiada constancia, que no aprendo y darme paz, es un trabajo que no logro aunar. Aun vivo en un mundo material, sin lograr renunciar.
Te he sonreído, muchas veces, pero tu paisaje resulta lejano e inmerso en la circunspección y mi lluvia conflictiva de pesares y sufrimientos, están en constante compañía y las lámparas encendidas de la ciudad, no me deja entrar en tus dominios y mis pensamientos se vuelven disparatados, oscuros, hacia un ensordecedor quebranto.
Me gusta recordar tu autobiografía, mi hidalgo penitente, cuando dices ser de sangre solidaria, de ciudanía introspectivo, en lo referente al ideario, pluralista, por vocación perteneces al mundo, en lo que se refiere a tu alma, pertenece a Dios.
Para mi eres un legado que pertenece a cada ser, porque puedes abrir tus puertas en tiempo de pobreza y en violencia.
Como testimonio, no padece de muerte natural, porque tu corazón es ganador de lozanías de horizontes incalculables.
Tienes mensaje a todos tus seguidores, posees el más amplio paisaje de contrición, rebeldía, como de humildad y recogimiento.
Dejas palabras y pensamientos a tu haber.
Alegría, confesión, esperanza, oración y silencio. Pobreza de espíritu, solidaridad, sufrimiento, vida, vocación, reconciliación y mucho amor para dar.
Además tienes un concilio que no posee horarios, ni fechas de vencimiento y los temas son abiertos para cada individuo acoger.
Es por eso cuando entro en los muros de tu obediencia y me doy pausa contigo, se atizan mis grandes malentendidos y siento eres el amigo, que jamás traiciona y la mentira se vuelve verdad.
¡Gracias por gritar en mil lenguas!
11 -09-2010

 Patricia Araya

Pura imaginación

Memorias de PatAraya

Pura imaginación

Corro tomada de la mano con el viento

encuentro el lugar del perdón,

en el trafico de mis pensamientos

subo las escaleras de la libertad

y debajo del agua veo su movimiento.


Soy hombre símbolo naturaleza

me defiendo de la muerte

dejo el antifaz del horror

no existe la mueca,

ni rabia de mis hermanos,

la noticia siempre saludable,

no existe dulce revancha ni amarga.

En mis manos la tierra y el árbol

hombres rezando al oriente, poniente

en mis ojos el brillo del buen tiempo.


Una idea comunitaria en todas las mentes;

emotivo corazón humano

con alas multicolor bandera.


Soy fértil dentro del infinito universo

aves, madre y aviones en el cielo

el signo paz sanscrito alimento.

Un mandala sol sobre la ciudad;

todas las guerras muertas

arcos, espadas, caballos,

ira, fuerza, violencia,

todo

desvanecido en un copo de nieve.


El nuevo hombre sensorial

tacto de su mano, signo pare

la libertad dando la bienvenida a todos;

contemplo mi paisaje pensamiento.


La tierra girando su eje

y en sus entrañas barras de oro

la experiencia humanan fortalecida;

sus manos hacia lo alto,

la creación en imagen proceso.


Patricia Araya

11-09-2010

El código

Memorias de Patricia Araya

El código

Ofrendo mi danza armónica

como postura del agua al viento

tela sedosa mi alma vuela

en mareo y circulo.

El cielo me contempla

yo sigo su rotación

cabeza, oídos y cuello

recibo su energía en abundancia.

Voy hacia la prosperidad

voy en el rezo de la paz

Yo medito con el viento

mis manos rosan su liviandad

caricias aprendo

conectada danza,

mis pies a la tierra

caleidoscopio despierta el sentido.

El privilegio de unos pocos

gotas de lluvia de realidad

silenciosa creación me saluda

en su intención hay plegarias.

Concentro mi pose en su pose

en su ruedo me envuelvo

reverencia el cielo y la tierra.

en mis palmas mortero la amistad;

para donarte una sonrisa.

Yo y tú bailemos la ley del universo.

Hay aire puro en mis pulmones

en mis huesos siento su consistencia barro;

yo lumbre bajo el sol, danzo.

Dios es mi testigo.

Patricia Araya

11-09 -2010